Pensar en perder peso, ganar resistencia y tonicidad muscular sin mover un dedo puede ser tentador para muchas personas e incluso, para deportistas que por lesiones u otras causas no pueden entrenar de manera habitual, sin embargo, esto que se promociona como la nueva píldora "fitness" no es todo color de rosa, sino que a continuación te mostramos lo que nadie te ha dicho sobre la pastilla que pretende reemplazar al ejercicio.
¿Puede una píldora reemplazar el ejercicio?
No es la primera vez que se piensa y analiza la posibilidad de crear pastillas de ejercicio o píldoras que tendrían en nuestro cuerpo el mismo efecto que el esfuerzo físico. Sin embargo, recientemente científicos estadounidenses parecen haber hallado la clave para que las pastillas que reemplazan al ejercicio de verdad sean una realidad.
El experimento se realizó en roedores y descubrió que mediante una molécula se puede activar el gen PPARD tal como lo hace el esfuerzo físico, produciendo un retraso en el uso de glucosa como combustible sin modificar la estructura y el funcionamiento de fibras musculares. De igual forma reacciona un músculo entrenado que ya ha sufrido adaptaciones metabólicas propias del ejercicio regular.
De esta manera, la molécula que han creado los científicos no sólo promete una mayor resistencia física y/o una pérdida de peso en ausencia de movimiento, sino también modificaciones en las vías energéticas que podrían ser de ayuda para prevenir enfermedades cardiovasculares, tratar la obesidad y retrasar o controlar la diabetes aun llevando una vida inactiva o realizando escaso ejercicio físico.
No obstante, nos olvidamos de que los cambios físicos y las adaptaciones metabólicas no son los únicos efectos del ejercicio en nuestro cuerpo, sino que el movimiento como parte de nuestra vida habitual puede tener efectos positivos sobre nuestro comportamiento, las emociones, el rendimiento intelectual y/o cognitivo, entre otras.
Asimismo, si esta pastilla acentúa la conducta sedentaria y la inactividad "obligada" sin duda sufriremos otras consecuencias como mayor estrés, peor descanso o mayor ansiedad que pueden atenuarse o evitarse con un mínimo de ejercicio diario.
Esto es lo que nadie nos ha dicho acerca de la pastilla que pretende reemplazar al ejercicio y que deberíamos saber para no perjudicar nuestra salud con su ingesta.
Sin duda la píldora que reemplaza al ejercicio debería llamarse píldora para mejorar la resistencia física o quemar calorías, pues más allá del gasto calórico, el ejercicio ofrece otras ventajas que en lo personal, creo nunca podrán ser reemplazadas por una simple pastilla o compuesto químico. ¿Vosotros qué opináis al respecto?
Bibliografía consultada | Cell Metabolism, Volume 25, Issue 5, p1186–1193.e4, 2 May 2017.
Imagen | iStock
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