El verano es una de las épocas preferidas por muchos para salir a la montaña: las rutas de trail running, las excursiones de senderismo o las salidas de varios días de duración, con acampada incluida, nos permiten ponernos en forma al mismo tiempo que disfrutamos de la naturaleza durante nuestro tiempo libre.
Seguramente antes de salir a la montaña hayas pensado si llevas todo el equipamiento necesario: el calzado adecuado (con las suelas troqueladas o con tacos para un mejor agarre en la tierra, ¡cuidado con las zapatillas de running tradicionales!), la ropa transpirable, el cortavientos, la gorra... Pero, ¿llevas un botiquín de emergencia para hacer frente a las posibles lesiones que pueden ocurrir en la montaña? Te contamos qué debe haber en tu botiquín para que no te falte de nada.
Primeras consideraciones para armar el botiquín perfecto
Antes de nada debemos tener en cuenta dos cosas importantes: lo primero es considerar qué tipo de actividad vamos a realizar y dónde va a tener lugar, pues esto influirá en los enseres que tengamos que llevar en el botiquín. ¿Será una salida de un solo día? ¿Hemos mirado la previsión del tiempo? ¿Va a ser una ruta larga o bien solo un paseo? ¿El terreno es amigable y apto para todos los públicos o vamos a explorar zonas un poco más escarpadas?
Por otro lado, debemos tener en cuenta además cómo está conformado el grupo de personas que va a realizar la actividad: cuántos somos, cuál es el historial médico de cada uno de nosotros (sobre todo para saber si hay alergias a medicamentos, o medicinas que necesitemos llevar sí o sí -si alguno de nosotros es diabético, quizás-), cuál es nuestra formación (¿hay personal sanitario en el grupo o tenemos algún tipo de formación sanitaria?)...
Con estas consideraciones previas ya podemos hacernos una idea de lo que necesitaremos llevar en nuestro botiquín. Recuerda que siempre es buena idea que ante una salida a la montaña, sobre todo si va a ser una salida larga o por una ruta peligrosa o especial, un médico nos aconseje.
Lo básico que debes llevar en tu botiquín de montaña
Como cada caso es diferente y ya hemos visto que las necesidades que tengamos dependen del grupo y del entorno, nosotros nos centraremos en las necesidades básicas de un botiquín de montaña: aquello que deberías llevar contigo siempre y que puede sacarte de más de un apuro.
Recuerda que es interesante que el botiquín que lleves a la montaña sea compacto y no pese demasiado, que esté metido en una bolsa impermeable y que todas las personas del grupo sepan antes de salir dónde está y qué hay en él.
Material para realizar curas de emergencia: ante una herida inesperada que podamos sufrir en la montaña es interesante que en nuestro botiquín llevemos gasas estériles, esparadrapo, apósitos adhesivos, toallitas con alcohol, un desinfectante tipo Betadine o similar y suero fisiológico, un par de guantes, una bolsa de hielo instantáneo, unas pinzas y una aguja. Con este material, que no ocupa ni pesa mucho, podemos hacer frente a heridas, ampollas, rozaduras, astillas que se clavan, etc. que son los males más habituales en la montaña.
Podemos ampliar nuestro kit de curas de emergencia con otros artículos útiles como pueden ser los puntos de sutura adhesivos o las férulas moldeables.
Algunos medicamentos de emergencia: los más socorridos en estos casos son aquellos medicamentos que pueden ayudarnos en caso de diarrea (loperamida) o en caso de náuseas o vómitos (metoclopramida). También podemos llevar con nosotros paracetamol que utilizaremos en el caso de dolor o fiebre. Ya conocemos la importancia de la hidratación, más que nunca en verano y sobre todo si realizamos actividades al aire libre, por lo que unas pastillas potabilizadoras de agua siempre son importantes en nuestro botiquín.
Para proteger nuestra piel: el repelente de insectos para protegernos de sus picaduras en la montaña y la pomada antihistamínica (en caso de picadura) también son elementos interesantes para incluir en nuestro botiquín de emergencia. No podemos olvidar tampoco la protección solar con un factor alto que debemos aplicar en las partes de nuestro cuerpo que queden expuestas al sol.
Por último, una manta térmica, que no pesa mucho (unos 50 gramos aproximadamente) puede ser muy útil en el caso de que nos quedemos aislados y tengamos que pasar la noche o para proteger a algún herido. Una batería recargable para el teléfono, aunque no entre estrictamente dentro de lo que tenemos que llevar en el botiquín, también es un elemento importante en determinadas circunstancias.
En el caso de que se produzca algún accidente en la montaña, algo que puede ocurrir aunque tomemos todas las precauciones necesarias, no dudes nunca en llamar a los servicios de emergencia: ellos te dirán cómo tienes que actuar, te dirán a dónde debes dirigirte y valorarán la posibilidad de un rescate en caso de que sea necesario.
¡Disfruta de la montaña de forma segura!
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