Practicar carrera es algo que hacemos muchos de los que nos gusta el deporte y queremos estar plenamente en forma. Para ello le dedicamos tiempo y esfuerzo, pero existe un enemigo muy común que nos puede arruinar una sesión de entrenamiento. Se trata del dolor lateral conocido como flato y que podemos remediar si sabemos cómo.
Es cierto que el flato puede aparecer en cualquier momento durante el desarrollo de la actividad y le puede pasar a cualquier persona, aunque es menos probable que le suceda a una persona que ya tiene experiencia y su cuerpo está acostumbrado a esta actividad. A pesar de todo, puede suceder en cualquier momento y por ello es necesario saber cómo combatirlo y hacer que no nos afecte.
Antes de nada debemos saber que este dolor no tiene ninguna consecuencia para la salud ni quiere decir que estemos mal preparados o que no tengamos la forma física necesaria para afrontar una determinada actividad deportiva. De momento no existe ningún estudio concluyente al respecto, por eso se barajan diferentes opciones para su origen como la ingesta de alimentos, la predisposición de determinadas personas por la disposición de sus órganos internos…
En primer lugar recomendaremos una correcta respiración para prevenir la aparición del flato. Seguir un patrón respiratorio durante el ejercicio nos ayudará, ya que es importante realizar inspiraciones profundas y expiraciones controladas en las que podemos expulsar el aire en dos veces. O por el contrario podemos realizar una respiración abdominal que nos ayudará a prevenir la aparición de este dolor molesto.
Evitar la ingesta excesiva de alimento y de líquidos antes del ejercicio es también una buena opción a la hora de prevenir la aparición del flato. Es importante que no acudamos a correr sin energía, pero debemos ingerir alimento por lo menos una hora antes de salir a correr y mientras estamos en plena actividad ingeriremos líquidos mediante tragos pequeños pero habituales para así evitar este malestar.
Qué hacer cuando ya nos ha dado flato
En el caso de que ya haya aparecido el dolor de flato lo que podemos hacer es oprimir la parte que nos duele para hacer que se calme el dolor y poder seguir con la actividad. Otra solución es parar, esperar unos pocos minutos mientras estiramos todo el tronco. De este modo lo que conseguiremos será relajar la zona y disipar el dolor para volver a realizar la actividad sin complicaciones.
Es importante que tengamos esto en cuenta, aunque a veces el flato aparece cuando menos lo esperamos y no hay nada que podamos hacer para evitarlo. Eso sí, es bueno también realizar un buen calentamiento para adaptarnos al ejercicio y no comenzar directamente sin una preparación previa.
Imagen | Ed Yourdon
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