No es reciente la hipótesis de que una mayor temperatura ambiental puede ser un factor más que contribuye al desarrollo del sobrepeso, por ello, un nuevo estudio se ha realizado al respecto concluyendo que exponerse al frío es sano y puede ayudar a prevenir el aumento de peso, y la consecuente obesidad.
Durante 4 meses cinco voluntarios debían realizar sus actividades habituales durante el día y por la noche, se los exponía a una temperatura determinada durante 10 horas cada día. Así, el primer mes la temperatura de la habitación nocturna era 24º, el segundo mes de 19º, el tercer mes regresaba a 24º y el último y cuarto mes la temperatura ascendía a 27º.
Una temperatura de 24º es relativamente neutral para el organismo y éste no necesita quemar más calorías para producir calor o eliminar el mismo del cuerpo, mientras que durante el mes más frío en que la temperatura fue de 19º, la grasa marrón se incremento así como la sensibilidad a la insulina, y durante el mes más templado a 27º la grasa marrón disminuyó considerablemente.
Así, se cree que la exposición a una temperatura inferior puede incrementar en un 30-40% la grasa marrón en el cuerpo, ayudando a prevenir el sobrepeso y la obesidad así como la diabetes dada una mayor sensibilidad a la insulina.
Se sabe por estudios anteriores que quienes tienen más grasa marrón son más delgados que quienes tienen más grasa blanca, por ello, ahora que se sabe que un mayor porcentaje de grasa parda se asocia a mejor salud metabólica, se puede concluir que su presencia en nuestro cuerpo resulta de mucha ayuda para cuidar la salud
La temperatura ambiental de los hogares en algunos países, como en Estados Unidos, se ha incrementado de 19 a 22 grados en las últimas décadas, por lo tanto, quizá un recurso más para frenar el aumento de peso y prevenir la obesidad así como otras enfermedades sea no calefaccionar en exceso nuestro hogar y cuando hay frío, no restringir en demasía la exposición al mismo.
Aunque es temporada de verano, si tus vacaciones te llevan a un lugar más frío o para tener en cuenta en invierno, siempre es importante no calefaccionar en exceso y tener una mínima exposición al frío para dejar que nuestro cuerpo aprenda a generar calor por sí mismo.
Por supuesto, exponerse al frío no es una herramienta milagrosa para perder peso, sino que puede ayudar, junto a un estilo de vida saludable, a prevenir el aumento de peso y la obesidad a largo plazo.
Vía | Garvan Institute
En Vitónica | Una menor temperatura ambiental, ¿podría ayudar a perder peso?
Imagen | Thinkstock
Ver todos los comentarios en https://www.vitonica.com
VER 1 Comentario