La gran mayoría de nosotros está ya un poco cansada de escuchar constantemente que estamos en crisis. Esta situación económica por la que pasamos se ha asentado en nuestras vidas y no nos queda más remedio que amoldarnos a ella. Esto ha hecho que hayamos cambiado nuestros hábitos para ahorrar al máximo. En esta ocasión nos vamos a detener en algunos puntos relacionados con este ahorro que pueden afectar a nuestra salud a la hora de alimentarnos correctamente.
Una de las principales cosas en las que nos cuidamos a la hora de ahorrar es en la cesta de la compra, y es que es una de las cosas que podemos controlar por nuestra cuenta. Las marcas de alimentación lo saben, y por ello han lanzado y cada vez son más, productos de bajo coste que vienen a suplir los de siempre. Las marcas blancas triunfan en nuestra compra. Es cierto que son una solución para mejorar nuestro bolsillo, pero no siempre es la más acertada si nos detenemos en la calidad de la alimentación.
Alimentos esenciales
Si hacemos un breve repaso por la pirámide alimenticia veremos que los cereales integrales, así como las frutas y verduras ocupan un lugar muy importante en nuestra dieta cotidiana. A este tipo de alimentos les siguen las proteínas de origen animal, que pueden venir de la carne o del pescado. Estos alimentos que acabamos de citar, por lo general tienen un alto precio, por lo que muchas personas los dejan de lado por suponer un gasto elevado en su cesta de la compra.
Alimentos congelados
En lugar de los productos anteriores frescos lo que hacen estas personas es decantarse por su variedad más económica, consumirlos congelados. Al ingerir un alimento congelado abaratamos el coste de la alimentación, pero también rebajamos los beneficios que nos brinda, pues los alimentos congelados no tienen los mismos niveles de nutrientes, ya que al cambiar su estado pierden gran parte de las vitaminas que contienen de forma fresca. A pesar de todo, el congelado sigue siendo una opción debido a que es mucho más barato.
Alimentos de bajo coste
Lo mismo sucede con alimentos elaborados a partir de ingredientes un tanto dudosos. Esto suele ocurrir con los alimentos procesados, y es que para abaratar costes se dejan de lado ingrediente totalmente naturales y se recurre a aromas y sabores de origen químico, que a la larga acaban siendo perjudiciales a la salud. Este tipo de ingredientes hacen que el alimento sea sabroso, pero poco nutritivo. Además, para darles más sabor se les suelen añadir altas cantidades de grasa que lo único que hacen es poner en riesgo nuestra salud sin apenas darnos cuenta.
Cuidado con los productos en mal estado
Este afán por el ahorro puede llevarnos también a cometer algunos errores alimenticios como consumir productos en mal estado o caducados que pueden suponer un riesgo para nuestra salud. Cuando un alimento se caduca comienza un proceso por el cual su deterioro aumenta, ya que pierde gran parte de sus cualidades nutricionales se pierden. Junto a esto aumenta el número de bacterias y microrganismos que tiene ese alimento, suponiendo un enorme riesgo para nosotros.
Es importante que tengamos esto en cuenta y cuidemos la alimentación por encima de todo, ya que es fundamental si queremos mantener una salud de acero. El ahorro no debe empezar por la alimentación, sino que precisamente la alimentación debe cuidarse al máximo siempre y tiene que ser lo principal. Los recortes en la economía doméstica tienen que pasar por otros puntos que son menos importantes y nos afectan en menor grado.
Imagen | Gab