A la hora de entrenar debemos tener claros algunos principios para conseguir que nuestro cuerpo esté siempre en perfecto estado y evitar así daños que a la larga nos pueden pasar factura. Uno de los puntos débiles del organismo son las rodillas, y por ello en este post vamos a incidir en la regla de no traspasar la punta del pie con la rodilla.
La rodilla es una de las articulaciones que más tensión aguanta, ya que las piernas sujetan todo el peso del cuerpo. Por ello es importante que siempre que podamos evitemos que la rodilla soporte parte de la tensión que tienen que aguantar los músculos de la pierna. Para conseguirlo será ideal seguir un principio básico, muy sencillo y que se aplicará a todos y cada uno de los movimientos en los que las piernas estén implicadas.
En qué consiste este principio
Concretamente este principio consiste en que debemos cuidar la postura de las piernas, en concreto la de la rodilla. Es decir, ésta nunca debe superar la punta del pie cuando se doble. Para ello lo que haremos será trazar una línea imaginaria de forma vertical que arranque desde la punta del pie. La rodilla nunca sobrepasará esta línea, ya que de lo contrario la tensión se desviará enteramente a esta articulación.
El motivo de esto es que al flexionar la rodilla si la adelantamos a la línea imaginaria la tensión se concentrará en la articulación de la rodilla en vez de en los músculos que la rodean. Por ello es necesario cuidar esto siempre, pues deben ser los músculos los que trabajen en vez de las articulaciones, pues poco a poco se irán deteriorando y pueden aparecer dolencias como artrosis, lesiones de menisco…
Músculos adyacentes débiles
Es cierto que la mayoría de los casos en los que la articulación es la que soporta toda la tensión es debido a que la fuerza de los músculos adyacentes no es suficiente para la carga que estamos utilizando. Para ello el primer paso es realizar bien el movimiento cuidando la correcta postura y colocación tanto de los pies y no sobrepasar con la rodilla la punta del pie. A esto hay que sumar el uso de la carga adecuada para la capacidad muscular que tenemos, ya que de lo contrario serán las articulaciones las que se verán afectadas.
Es fundamental que tengamos en cuenta este principio siempre y cuando ejecutemos rutinas en las que las piernas jueguen un importante papel, pues de este modo evitaremos futuras lesiones. Siempre hay que tener en mente que deben ser los músculos de las piernas y no las rodillas las que deben aguantar la tensión del ejercicio, y para ello simplemente servirá con respetar este principio de no sobrepasar la punta del pie con la rodilla.
Imagen | Mira Mir a
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