Uno de los problemas que más nos importa y nos tiene preocupados a la hora de controlar el peso es la temida retención de líquidos. Este proceso se sucede en muchas personas y sus causas son varias. Por eso en este post lo que queremos es ahondar más en sus causas, efectos y cómo solucionarlo o por lo menos mitigarlo poco a poco.
Seguro que muchas veces hemos aumentado de peso sin apenas darnos cuenta o nos es muy difícil bajar de peso. En muchos casos este problema se debe a la retención de líquidos. En la mayoría de los casos no sabeos ni qué hacer para controlarlo y por ello es importante a priori saber a ciencia cierta el origen de esa retención de líquidos.
Qué es la retención de líquidos
En primer lugar vamos a detenernos en la definición que la Fundación Española del Corazón da acerca de lo que es la retención de líquidos. De este modo se trataría de una acumulación excesiva de líquido en los tejidos corporales. Efectivamente esta definición la aborda esta Fundación debido a que una de las causas de la retención es padecer problemas circulatorios.
Esta es una de las principales causas de la retención de líquidos. En este caso, esta afección sería patológica, derivada de un mal funcionamiento orgánico. Principalmente se debe a problemas circulatorios o una insuficiencia cardiaca congestiva. También un mal funcionamiento hepático o renal tiene como consecuencia la retención de líquidos. En estos casos la retención debe ser tratada por un médico, pues probablemente debamos seguir un tratamiento adecuado.
En el caso de la retención de líquidos que no procede de una patología las principales causas que la provocan es la dilatación de las venas en épocas en las que las temperaturas aumentan. También una alimentación inadecuada puede ayudar a la hora de hacer que parezca esta temida patología. Por ello es necesario saber reconocerla a tiempo y ponerle remedio cuanto antes.
Síntomas de la retención de líquidos
Antes de nada es importante que tengamos claros los síntomas que la retención de líquidos nos ofrecerá. En ambos casos, tanto en el origen patológico como en el que no lo es los síntomas son similares y en el caso de producirse es recomendable acudir al médico para determinar su origen. Por ello es necesario tener muy claro lo que se deriva de la retención de líquidos severa.
En primer lugar notaremos un aumento paulatino de peso sin motivo aparente y sin hacer nada fuera de lo normal para que esto se produzca.
La hinchazón de las piernas y tobillos es otro de los síntomas que notaremos con la retención de líquidos.
El aumento localizado de la zona abdominal es otro punto a tener en cuenta.
La disminución de la micción es otro síntoma importante que no podemos pasar por alto a la hora de analizar los síntomas de la retención de líquidos.
A pesar de que los procesos severos de retención de líquidos aparecen más en edades más avanzadas, son muchas las personas jóvenes que lo padecen a causa de los motivos descritos anteriormente o de una mala alimentación unida al sedentarismo. También el sobrepeso ayuda bastante a la hora de tender a acumular más líquidos en el organismo. Lo mismo que sucede con las embarazadas, que suelen padecer este trastorno.
Cambios alimenticios que debemos llevar a cabo para prevenir la retención
Descartada cualquier patología de base en el proceso de retención de líquidos, lo fundamental es cuidar la alimentación para así evitar que suceda. Para ello queremos dar algunos consejos en lo que a alimentación concierne para que la adaptemos al máximo para mejorar en lo que a eliminación de líquidos se refiere.
Según la Fundación Española del Corazón existen algunas recomendaciones en lo que a alimentación se refiere y nosotros nos vamos a hacer eco de ellas:
- Reducir el consumo de lácteos es una de las principales recomendaciones que nos dan. Sobre todo en lo que se refiere a quesos, yogures... El consumo de este tipo de alimentos puede realizarse siempre y cuando que tengan un bajo contenido en sal. El problema de estos alimentos es que tienen una alta concentración de sodio y por ello fomentan la retención de líquidos en el organismo.
Los alimentos en conserva tampoco están demasiado indicados, al igual que los ahumados, los embutidos y los patés. Por ello no es recomendable que en nuestra dieta incluyamos pescados y carnes elaborados de esta manera. En cuanto al resto de pescados y carnes no están contraindicados, siempre que sean frescos y no estén preparados en ninguna forma de conserva ni salazón.
Los alimentos saldos como las patatas fritas, frutos secos salados, galletitas saladas... están totalmente contraindicados a la hora de prevenir la retención de líquidos. Por ello es necesario que los desterremos de nuestra dieta si queremos tener un correcto funcionamiento en lo que a eliminación de líquidos se refiere.
Las salsas como el ketchup, la mayonesa, mostaza, barbacoa... suelen contener mucho sodio. Lo mismo sucede con las comidas precocinadas y los alimentos procesados a los que se les incluyen saborizantes y demás aditivos que aportan sabor pero que tienen altas cantidades de sodio.
Salir a comer fuera puede ser contraproducente en lo que a retención de líquidos se refiere, ya que en la mayoría de restaurantes se suelen utilizar saborizantes y potenciadores del sabor para hacer más suculentos los platos. Estos aditivos lo que hacen es aumentar enormemente las cantidades de sodio de los alimentos y con ello contribuir a la retención.
Comer de la manera más saludable posible es una de las mejores soluciones contra la retención, al igual que practicar deporte para activar la circulación. Pero además, existen otra serie de consejos que podemos llevar a cano para mitigar la retención y conseguir un correcto funcionamiento del organismo y mejorar nuestro estado.
Remedios para disminuir la retención de líquidos
- Uno de los principales remedios ante todo es reducir el consumo de sodio. Los alimentos por norma general contienen sales minerales en su composición, por lo que no es necesario añadir más. Simplemente nos acostumbraremos a los sabores originales de los alimentos sin utilizar aditivos extra.
Como decíamos antes, la realización de cualquier actividad deportiva nos ayudará a evitar la retención. Como decíamos, activaremos la circulación y con ello la actividad renal. Realizar actividades como la carrera, la natación, caminar todos los días... son esenciales para mantenernos activos. En el trabajo, en caso de permanecer muchas horas sentados es recomendable que cada cierto tiempo nos levantemos y caminemos un poco o mientras estemos sentados movamos las piernas y los dedos de los pies para activar la circulación.
Dejar de lado la ropa ajustada es otro punto a tener en cuenta, ya que evita la correcta circulación sanguínea.
- Beber agua y líquidos de manera habitual ayudará a facilitar la actividad renal del organismo y eliminar líquidos de manera más sencilla. Hay que controlar que no contenga demasiado sodio. Junto a esto podemos echar mano de infusiones que nos ayudarán a mantener un perfecto equilibrio en lo que a líquidos se refiere.
Incluir en la dieta alimentos ricos en potasio es fundamental para controlar aún más la perdida de líquidos. Las frutas y verduras contienen este mineral, sobre todo algunas como el plátano. Este tipo de alimentos nos ayudarán a contrarrestar los efectos del exceso de sodio en la dieta.
Permanecer mucho tiempo sentados ya hemos visto que no es bueno, pero lo mismo sucede si lo hacemos de pie quietos durante mucho rato. Por ello es siempre mejor movernos y no permanecer quietos en ninguna circunstancia durante largos periodos de tiempo.
Colocar las piernas en alto puede ayudarnos a evitar la retención al conseguir una mejor circulación. También podemos elevar los pies de la cama para dormir con las piernas ligeramente elevadas y así mejorar considerablemente la circulación.
Evitar el alcohol y el tabaco también nos ayudará a prevenir la retención de líquidos, ya que ambas sustancias son nocivas para el correcto funcionamiento del aparato circulatorio, riñones e hígado.
Es fundamental que tengamos esto en cuenta a la hora de controlar la retención de líquidos. Pero en el caso de padecer este trastorno, siempre es fundamental acudir a un médico para determinar las causas y en algunos casos el tratamiento adecuado para obtener los mejores resultados.
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