Si eres de los que come fuera de casa, en el trabajo o saliendo del gimnasio y buscas opciones saludables, de seguro has escogido más de una vez las ensaladas envasadas que solemos encontrar en diferentes comercios. Y aunque nutricionalmente pueden ser una alternativa adecuada, éste tipo de preparaciones podrían poner en riesgo la salud por ser fuente de bacterias patógenas.
Bacterias patógenas en ensaladas envasadas
Un reciente estudio publicado por la American Society for Microbiology analizó la presencia de Salmonella en ensaladas envasadas y precortadas, encontrando que la bacteria crece exponencialmente en las mismas.
Al parecer, es el jugo despedido por las hojas cortadas lo que favorece el crecimiento de esta bacteria que puede producir una fuerte infección gastrointestinal como sucedió en Reino Unido por un brote de Salmonella en ensalada de hojas. Incluso, la bacteria crece en la ensalada precortada y envasada cuando está refrigerada.
También se observó que el jugo de las hojas de la ensalada favorece la adherencia de la bacteria al plástico del envase y que las condiciones vuelven tan resistente al microorganismo que ésta permanece en la ensalada aun después de lavar los ingredientes.
Asimismo, un estudio realizado por científicos de la Universidad de Georgia concluyó que las condiciones de almacenamiento pueden no reducir la presencia de E. coli, otra bacteria que ocasiona infecciones gastrointestinales severas.
En esta última investigación se observó que se incrementa más rápido la presencia de la bacteria en ensaladas con hojas cortadas y pepinos en rebanadas almacenadas a 21°C, mientras que refrigerarlas por menos tiempo y a menores temperaturas podría aminorar el desarrollo de esta bacteria patógena.
Las ensaladas listas para consumir están expuestas a diferentes condiciones desde la cosecha de los vegetales hasta su procesamiento, almacenado y traslado que representan un riesgo de contaminación bacteriana y ello, puede convertir a las ensaladas envasadas en un riesgo para la salud.
¿Qué hacer al respecto?
Si escogemos ensaladas envasadas para comer fuera de casa con el objetivo de cuidar la salud, ahora, ¿qué debo hacer?
Dejar de consumir las ensaladas y escoger otras preparaciones envasadas puede representar una peor la calidad nutricional de las comidas, por eso, quizá no es la opción más adecuada.
La realidad es que no todas las ensaladas están contaminadas, sino que al parecer, son las hojas el principal foco de infección de estas bacterias patógenas.
Por ello, escoger ensaladas sin hojas verdes o con éstas sin cortar puede ser una alternativa o bien, conocer muy bien la forma de preparación, comprar ensaladas que se elaboran frente a nosotros y que no están envasadas previamente o como una alternativa más, elaborar las ensaladas en casa.
Si los vegetales son correctamente lavados e higienizados antes de envasarse, las probabilidades de que desarrollen bacterias patógenas se reducen considerablemente, pues sin Salmonella ni E. coli en un principio, difícilmente encontremos después.
Entonces, dejar de comer ensaladas no es una recomendación apropiada porque sabemos que las hojas verdes y demás vegetales son fundamentales en una dieta sana, pero sí podemos extremar cuidados al elegir y/o elaborar nuestros platos envasados.
Bibliografía consultada | AEM, December 2016, Volume 82, Issue 24; Appl Environ Microbiol. 1993 Jul; 59(7): 1999–2006; y Journal of Food Protection®, Number 3, March 2003, pp. 355-521, pp. 403-409(7).
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