Julio y agosto son meses que se caracterizan por los periodos vacacionales de la gran mayoría de nosotros. Pero no solo se caracterizan por eso, sino también por el calor y las largas horas de sol que tienen y de las que la mayoría de nosotros disfrutamos. Es cierto que tomar el sol es algo saludable y necesario para que el cuerpo realice algunas de sus funciones vitales, pero en los tiempos que corren en importante que sigamos una serie de precauciones para que nuestra piel no sufra.
En infinidad de ocasiones hemos comentado los principios básicos a la hora de tomar el sol como son no exponerse al sol y sus efectos en las horas centrales del día que es cuando más peligro tiene de quemarnos y hacernos daño. Además, es necesaria una correcta hidratación para conseguir reponer los líquidos y las sales minerales perdidas a través de la sudoración. Estos principios básicos, así como la ingesta de frutas que nos aporten vitaminas para proteger la piel, son los que ya conocemos, y por ello nos vamos a detener en otros puntos para cuidar la piel.
La piel requiere un cuidado antes, durante y después de exponernos al sol. Muchos son los efectos que el exceso de sol puede llegar a tener en la piel, desde la simple quemadura solar a la aparición de lunares, manchas e incluso el desarrollo de un cáncer de piel. Por ello es muy importante que no pasemos por alto ni un momento la importancia que su protección y cuidado ideal tiene para prevenir que aparezcan este tipo de dolencias.
Antes de tomar el sol
Antes de lanzarnos a tomar el sol debemos preparar nuestra piel aumentando la ingesta de vitaminas con frutos como las zanahorias o las cerezas que nos proporcionarán los betacarotenos necesarios para proteger la piel de las agresiones externas. Pero no solo debemos tomar medidas desde dentro, sino que por fuera es necesario que preparemos la piel mediante un piling que nos ayudará a eliminar las células muertas culpables de la aparición de manchas solares y malas coloraciones.
Mientras tomamos el sol
Una vez que nos pongamos a tomar el sol no debemos olvidar la crema protectora. Siempre es necesaria aunque la temperatura sea suave y el cielo esté cubierto, ya que es una protección imprescindible para evitar las radiaciones nocivas. Los factores que elegiremos serán elevados independientemente del tipo de piel que tengamos. Junto a esto es necesario que no nos pongamos colonia ni perfume, no usaremos maquillaje y tendremos especial cuidado con los lunares de la piel, pues necesitarán una mayor protección. Es importante que si estamos tomando medicación sepamos si podemos o no exponernos al sol, al igual que si tenemos muchos lunares debemos consultar a nuestro médico si podemos pasar largas horas al sol.
Después de tomar el sol
Después de tomar el sol es importante que limpiemos nuestra piel eliminando cualquier resto de cloro de las piscinas o sal del mar para dejar la piel limpia y relajada. Aplicar una crema altamente hidratante es esencial si lo que queremos es que la piel se calme de la exposición. Existen productos preparados para después de tomar el sol, concretamente los conocidos como "after sun" que aplicarán a nuestra piel la hidratación necesaria que además nos ayudará a mantener el bronceado de forma saludable.
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