Comer en la oficina es algo muy habitual hoy en día. Cada vez son más las personas que se llevan el tupper a la oficina para comer algo casero y sano. Pero muchas veces en lo que no reparamos es que el escritorio del trabajo es un lugar plagado de microorganismos que puede acabar contaminando nuestra comida y hacernos mal a nivel físico. Por ello en esta ocasión queremos dar algunos consejos para evitar que esto suceda.
Nos queremos hacer eco de esto debido a que un reciente estudio realizado por la Universidad de Arizona en EEUU, llevado a cabo por microbiólogos , ha desvelado que en los escritorios o lugares de trabajo se pueden llegar a acumular más de 500 tipos de microorganismo nocivos para la salud. Por ello es necesario que en el trabajo tomemos algunas medidas de prevención, ya que partes como el ratón, los teclados, el teléfono… contienen bacterias que pueden hacernos mucho daño.
Mantener una perfecta higiene
Es cierto que a la hora de comer en nuestro sitio de trabajo no comemos literalmente sobre la mesa, ya que muchos estarán pensado que qué tendrá que ver esto con que se contamine la comida. El problema está en nuestros hábitos a la hora de comer en el sitio de trabajo. Uno muy extendido es ir a comer sin lavarnos las manos, ya que consideramos que no estamos realizando un trabajo sucio, cuando en realidad los teclados y los ratones tienen muchas bacterias nocivas que no se ven. Por ello es necesario que nos lavemos las manos antes de comer.
Pero no solo esto debemos hacerlo antes de comer. Sino varias veces a lo largo de la jornada para evitar llevarnos las manos sucias y contaminadas a la cara o comer con ellas. Esta misma limpieza la debemos mantener en nuestro puesto de trabajo. El escritorio debe estar limpio al igual que nuestras manos. Por ello es necesario que reparemos en limpiar el teclado, el ratón, la pantalla del ordenador, el micrófono del teléfono…
Conservar correctamente la comida
Una mala costumbre es traer la comida a la oficina y dejarla en nuestro punto de trabajo sin refrigerar. La temperatura ambiente es un enemigo de la salubridad de los alimentos, ya que es un escenario propicio para que las bacterias y microorganismos se reproduzcan. Por ello es importante guardar la comida en la nevera o utilizar termos para conservarla. No tiene nada que ver que comamos en nuestro sitio para olvidar cuidar este aspecto de conservación de los alimentos.
Si comemos fruta o algún bocadillo en la mesa de trabajo, no debemos apoyarlo directamente sobre el escritorio, ya que corre un alto riesgo de llenarse de bacterias. Por ello es necesario mantener el puesto limpio y tener en cuenta una serie de medidas a la hora de consumir los alimentos sin que corramos ningún riesgo.
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