¿Has acabado tu taza de café? ¡Ponte otra! Según un estudio reciente, eso podría ayudarte a vivir más tiempo. Y si te preocupa que el exceso de cafeína te pase factura esta noche porque no te deje dormir, que sea descafeinado.
El estudio, impulsado por científicos de la OMS y en el que se ha hecho un seguimiento a más de 500.000 personas durante 16 años, ha concluido que beber café está asociado a un menor riesgo de muerte asociada a enfermedades cardíacas, cáncer, infarto, diabetes y enfermedades respiratorias y del hígado.
Según sus resultados, los hombres que consumen tres taza de café al día tienen un 18% menos de probabilidades de morir por estos motivos que los que no beben café, y las mujeres que toman la misma cantidad, un 8% menos respecto a las que no beben café a diario. El estudio se ha realizado en 10 países europeos, incluido España.
También sirve si bebes café descafeinado
Otro estudio realizado con más de 200.000 estadounidenses de distintas razas también durante 16 año arroja conclusiones similares: el consumo diario de café reduce el riesgo de muerte, y la cantidad de café parece estar directamente relacionada con esa reducción.
Además, esa relación era apreciable tanto en personas que beben café normal como las que beben café descafeinado, lo que apunta que la relación no tiene que ver con la presencia de cafeína. Sin embargo, sí parece que tiene que ver con la cantidad de tazas de café que se tomen al día.
¿El café no daba cáncer?
En 1991, la OMS incluyó el café en su lista de sustancias "posiblemente cancerígenas para el ser humano", una categoría en la que estuvo presente hasta que en 2016 analizó de nuevo todos los estudios disponibles y concluyó que no había pruebas de esa relación.
La causa más probable de esta suposición errónea es que se estuviesen obviando detalles sobre el estilo de vida: la gente que toma café fumaba más, lo que aumentaba su riesgo de padecer cáncer, algo que no tenía que ver directamente con el café sino con el tabaco.
Ahora, los investigadores han tratado de eliminar esas conclusiones erróneas ajustando sus observaciones a cuestiones relacionadas con el estilo de vida como el consumo de alcohol, tabaco o carne roja entre otras.
Su conclusión es que, si bien sería prematuro recomendar el consumo de café como protección ante enfermedades crónicas o grave, sí parece seguro establecer que el café puede formar parte de una dieta saludable.
Otros beneficios del café
Saber que el consumo de café reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicos o graves es solo un motivo más para disfrutar de esta bebida. La ciencia ya nos había dado unas cuantas.
Por ejemplo, el efecto de la cafeína en nuestro cerebro. La cafeína actúa bloqueando una sustancia inhibidora de las neurotransmisiones llamada adenosina. Cuando la adenosina está bloqueada y no puede actuar, esto resulta en un efecto estimulante, que dispara los niveles de actividad de distintas zonas del cerebro.
Además, el café contiene algunos nutrientes necesarios para una alimentación completa, como manganeso, magnesio y potasio entre otros. También ha demostrado en algunos estudios reducir el riesgo de padecer enfermedades como el alzheimer y el parkinson.
El café ha demostrado tener un efecto protector sobre el hígado, retrasando el avance de la cirrosis, una enfermedad en la que el tejido normal del hígado se va convirtiendo en tejido fibroso e inútil.
Por último, y por apuntar solo otro ejemplo más, el café parece estar relacionado con un menor riesgo de padecer depresión. Según un estudio de la Universidad de Harvard de 2011, las mujeres que beben cuatro o más tazas de café al día tiene un riesgo un 20% menor de caer en una depresión.
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En Vitónica | ¿Cuánta cafeína hay en mi taza de café?
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