Aunque sea algo simplista, podemos catalogar a los gimnasios en dos tipos: gimnasio de barrio y gimnasio perteneciente a una franquicia. No necesariamente uno es mejor que otro, va a depender de muchos factores: personal que lo gestiona, monitores, equipamiento y materiales, oferta de actividades...
Vamos a intentar hacer un análisis de los diferentes aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un gimnasio y ver qué puntos fuertes y débiles tienen tanto los gimnasios de barrio como los gimnasios franquicia o cadena de gimnasios.
Precios: no siempre más barato significa mejor
Hoy en día tenemos a los llamados gimnasios low cost, en los que por poco más de 20€ al mes podemos acudir a ponernos en forma. También es cierto que muchas veces estos precios tan bajos tienen condiciones específicas detrás: precio sin IVA, apuntarse mínimo un año, tener solo acceso a ciertas actividades o frranjas de horarios establecidas.
Hace unos años era difícil encontrar un gimnasio por menos de 30€ al mes. Hoy, sobre todo en ciertas cadenas de gimnasios, priman los precios bajos para que a la gente no le suponga un desembolso muy grande acudir.
Los gimnasios de barrio también se han tenido que adaptar en cuestión de precios y las tarifas son más flexibles que antes. Hay gimnasios de barrio que, al igual que las grandes cadenas, venden bonos de sesiones o ponen precios más baratos si solo haces un tipo de actividad o acudes solo en horario de mañana.
Antes lo que ofrecían los gimnasios era un único precio y tarifa plana. Como mucho, se hacían descuentos por inscripciones trimestrales o anuales. Hoy en día lo que se pretende es fidelizar al usuario ofreciéndole una tarifa a la carta donde sea él quien elija horarios y actividades.
Oferta de actividades fitness
Aquí, salvo en casos puntuales, las grandes cadenas de gimnasios salen ganando, ya que ofrecen muchos tipos de actividades fitness, sobre todo a nivel de clases colectivas. Eso sí, no siempre más oferta de actividades es mejor.
En ocasiones hay tal cantidad de clases que uno no sabe ni de qué van ni para qué sirven. Si buscamos un gimnasio con la idea de hacer solo pesas o spinning, el resto de clases la verdad que nos sobran. Si lo que buscamos es variedad, seguramente en una cadena de gimnasios la encontremos.
Trato hacia el cliente: el quid de la cuestión
Para mí, el aspecto más importante a la hora de elegir gimnasio. El trato hacie el cliente es fundamental. Y con trato al cliente me refiero a un grupo de profesionales que conozcan a sus usuarios para poder hacer un seguimiento óptimo a lo largo del tiempo.
En el trato al cliente seguramente los gimnasios de barrio tienen mucho ganado, ya que al no tener tanta cantidad de usuarios pueden conocer mejor a la gente que acude. En una cadena de gimnasios seguramente no tengamos un trato tan personalizado, al haber tanta gente el trato con los monitores o entrenadores suele ser más impersonal o puntual.
Horarios: muchas veces es lo que determina la elección de gimnasio
Los horarios de apertura y cierre y los horarios de actividades fitness suelen ser un aspecto de mucho peso a la hora de elegir gimnasio. Mientras en los gimnasios de barrio suele haber un horario limitado, en ciertas cadenas de gimnasios incluso hay apertura las 24 horas.
Un gimnasio que abre las 24 horas seguro que va a tener más tirón en personas que acaben tarde de trabajar o que prefieran entrenar muy tremprano antes de dirigirse al trabajo. Eso los gimnasios de barrio no lo tienen, donde, como mucho, pueden jugar con cerrar tarde, pero no mucho más de las 22:00-23:00 horas.
Equipamientos y materiales: algo en constante innovación
Las modas también mandan en los gimnasios y con ellas vienen diferentes equipamientos y materiales. Las cadenas de gimnasios, por su respaldo económico, tienen más facilidad para absorber nuevas modas y, con ellos, adquirir** materiales y equipamiento nuevo**.
Los gimnasios de barrio muchas veces se las desean, simplemente, para contar con un óptimo número de máquinas en sala. Incluso hay gimnasios de barrio que tienen que echar mano de compra de material de segunda mano para tener lo básico.
Tener lo último en material fitness no es barato, pero hay cierto tipo de usuarios de gimnasio que lo demandan. Si nos vale con un par de mancuernas y una barra para entrenar, prácticamente cualquier gimnasio nos valdrá. Si somos de los que nos gusta probar lo último en material o metodología fitness, seguramente la cadena de gimnasios nos lo pueda ofrecer.
Gimnasio de barrio o cadena de gimnasios: cada cual tiene ventajas e inconvenientes
No es fácil decir si un tipo de gimnasio es mejor que otro. Podemos decir, en todo caso, que uno es mejor que otro en función del usuario y de lo que este demande: horario, actividades, material, trato personalizado, objetivos, precio...
Si es cierto que muchos de los gimnasios de barrio tienden a desaparecer debido a las cadenas de gimnasios. Estas han tenido más capacidad, ya sea por precio, por cantidad o por calidad, para llegar al usuario.
Yo, en igualdad de condiciones, siempre me he decantado por el gimnasio de barrio, porque el trato me parece más cercano y siempre hay más personalización. Pero también es cierto que las cadenas de gimnasios son muy golosas por el tipo de actividades que ofrecen, los horarios, precios y comodidades.
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