Algunos miedos infundados sobre los huevos

El huevo es un alimento muy apreciado y uno de los que tienen especial interés dentro de la dieta alimenticia de todos nosotros. Es destacable el papel que tiene en la alimentación deportiva, ya que contiene altas cantidades de proteínas de muy buena calidad, que nos ayudará a conseguir unos músculos fuertes y en perfecto estado. A pesar de esto, muchas son las dudas y los miedos que han surgido entorno a este alimento. Por eso en esta ocasión vamos a detenernos en algunos de ellos.

Al tratarse de un alimento habitual y presente en nuestra dieta de manera constante, siempre ha estado en el ojo del huracán, y mucho es lo que se ha escrito y hablado sobre sus múltiples beneficios y perjuicios. En esta ocasión lo que queremos hacer es aclarar algunas dudas con respecto a este alimento tan habitual. Ante todo, lo que pretendemos es saber si todo lo que se dice del huevo es verdad o hay mucha falsedad entorno a sus cualidades.

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Consumir claras crudas

En primer lugar nos vamos a detener en una creencia que se viene aplicando desde hace muchos años, y consiste en recomendar la ingesta de claras de huevo crudas para mejorar la salud. Esta creencia presupone que consumir de este modo el huevo, es mucho más saludable por ofrecernos más proteínas con menos aporte graso. Realmente esto es un error, ya que la proteína del huevo consumida de manera cruda no se asimila por el organismo. Para su correcta asimilación es necesario que la sometamos a la acción del calor que se produce al cocinarlo, ya que esto hará que las proteínas cambien su composición, pudiendo ser asimiladas por el organismo.

No pueden consumirse más de tres veces a la semana

De los huevos también se dice que no pueden consumirse más de tres veces a la semana, ya que contienen altas cantidades de colesterol y grasa. Esto no es del todo cierto, y es que sí que es verdad que la grasa se concentra en la yema del huevo, pero el aumento del colesterol no depende solamente de este alimento. Intervienen varios factores como la manera de prepararlos o el resto de la alimentación que seguimos en nuestro día a día.

Daño para el hígado

El daño que pueden causar al hígado los huevos es otra de las creencias extendidas acerca de este alimento. Es cierto que en exceso nada es recomendado, y precisamente esta creencia se debe a las altas cantidades de proteínas que contiene este alimento. Un exceso de proteínas puede ser perjudicial para el hígado debido a que éstas se asimilan a través de este órgano. Si controlamos la ingesta de huevos este alimento será muy beneficioso para el organismo, evitando así el riesgo de dañar el hígado.

El tamaño y la forma de los huevos

En cuanto a la forma y tamaño de los huevos también existen muchos mitos y creencias. El primero es que los huevos cuanto más grande mejor porque contienen más nutrientes. Esto no es verdad, ya que por norma general los huevos más grandes los ponen las gallinas más viejas. Estos ejemplares suelen contener menos nutrientes y tener un sabor mucho menos rico. También la cáscara es más delgada, por lo que el riesgo de que el huevo sea infectado por microrganismos es mayor.

El color de los huevos

El color de los huevos es otro de los puntos que se ha cuestionado sobre este alimento, y es que el color no determina nada en relación a los nutrientes que éstos contienen. Simplemente el color se debe a una pigmentación que se produce en la cáscara y que tiene que ver con el tipo de gallina, la alimentación que lleva… La estructura del producto es la misma, sea de uno u otro color. Por ello es importante que sepamos estas cosas para saber elegir y no discriminar este alimento por creencias sin fundamento.

Imagen | Esquetodos

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