El mar es una importante fuente de alimentos sanos para nuestro organismo. Todos sabemos que el pescado es un manjar, que además de aportarnos sabor nos ofrece muchos beneficios nutricionales. Un ejemplo es el bacalao, un pescado rico en proteínas y muy bajo en grasas.
El bacalao es un pescado blanco, y como tal su contenido graso es escaso. Por este motivo es un alimento recomendado en dietas de adelgazamiento o control del peso. Por el contrario es una fuente importante de vitaminas, minerales y proteínas de un alto valor biológico que hacen de este pescado un alimento perfecto para cualquier persona por sus características y buen sabor.
En dietas deportivas o de crecimiento muscular el bacalao es un alimento recomendado, así como en dietas infantiles debido a su alto contenido de proteínas. Entorno al 17-20% de su composición son proteínas de un alto valor biológico, es decir, son fácilmente asimilables por el organismo y destacan por su pureza y calidad. Es uno de los pescados que más cantidad de proteínas contiene junto al atún, aunque el bacalao tiene un menor contenido graso, concretamente menos del 1%.
Pero no solamente se compone de proteínas, sino que las vitaminas son otro de sus nutrientes estrella, concretamente destaca por la cantidad de vitaminas del grupo B que contiene. Es rico en vitamina B1, B2, B6 y B9, importantes en la asimilación de los hidratos de carbono, proteínas y las grasas. Además de intervenir en procesos orgánicos como la formación de glóbulos rojos, el correcto funcionamiento nervioso, síntesis del material genético...
Los minerales son otro de los componentes importantes del bacalao. Destaca su contenido en potasio, importante para el buen funcionamiento del sistema nervioso, la actividad muscular, interviene en el equilibrio del agua corporal... El fósforo, presente en el bacalao, es importante para huesos y dientes, además de actuar junto al potasio en el buen funcionamiento muscular y nervioso de nuestro cuerpo.
Por encima de todos los minerales destaca su alto contenido en sodio, importante para el buen funcionamiento del organismo. Este mineral se encuentra en el bacalao crudo, pero concretamente en el salado, ya que la sal es una fuente importante de sodio. Nos ayuda a mantener un equilibrio corporal así como al buen funcionamiento del organismo y las glándulas. Pero no es nada aconsejable en personas que sufren hipertensión o problemas de retención de líquidos.
El bacalao se puede consumir fresco o conservado en salmuera. Si lo compramos con sal es importante desalarlo durante varios días metiéndolo en agua. Su preparación es diversa, ya que se puede comer frito, cocido, al horno, en salsa verde... De cualquier manera siempre será un gustazo para nuestro paladar y un beneficio para nuestro cuerpo.
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