Si estás buscando reducir los alimentos de origen animal en tu dieta, si eres vegetariano o si intentas consumir proteínas sin colesterol, una excelente alternativa es buscar buenas fuentes de proteínas vegetales como las que te mostramos a continuación:
Harina de soja: unos 50 gramos de este alimento nos ofrece 19 gramos de proteína vegetal de similar calidad a la proteína cárnica. Con ella podemos elaborar hamburguesas, albóndigas o pasteles.
Garbanzos: unos 50 gramos de garbanzos cocidos nos ofrecen 10,5 gramos de proteína que podemos incorporar a una ensalada, a un guisado, salteado o por qué no, elaborar puré de garbanzos.
Cacahuete: unos 30 gramos de este fruto seco puede ofrecernos cerca de 8 gramos de proteína vegetal. Para su consumo podemos combinarlo con arroz, añadirlo a una ensalada o bien, emplearlo como un aperitivo o snack saludable.
Edamame congelado: no es más que la soja cosechada en verde, en su vaina y se consume como tal. Puede aportarnos por porción de 150 gramos (1 taza) unos 17 gramos de proteínas vegetales que podemos disfrutar en un guisado, salteado o ensalada fresca.
Tempeh: es un derivado de la fermentación de la soja que se utiliza ampliamente para sustituir la carne y posee unos 18,5 gramos de proteína por cada 100 gramos. Puede consumirse en bocadillos o grillado como si fuera carne.
Como se puede apreciar, en el mundo vegetal también estamos rodeados de excelentes fuentes de proteínas, que si bien no siempre son completas en aminoácidos esenciales, podemos complementar, es decir, combinar entre sí para obtener una proteína completa en nuestra mesa.
Este tipo de alimentos son sin colesterol, la mayoría son ricos en fibra, potasio y otros micronturientes y además, pueden sumar proteínas a nuestra dieta.
Imagen | Cyclonebill
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