En esta época del año el consumo de marisco aumenta entre la población debido a las grandes celebraciones y comidas que llevamos a cabo. Aunque no es bueno abusar de este tipo de alimentos es importante que sepamos los beneficios que nos ofrecen.
Los mariscos son alimentos que provienen del mar y por lo tanto es importante que estén frescos para mantener intactas al máximo sus propiedades. Dentro de los mariscos podemos diferenciar varias especies, como los crustáceos y los moluscos. Ambas son las que conocemos como mariscos y tienen un alto contenido en minerales necesarios para el buen funcionamiento del organismo además de otros muchos nutrientes.
Los mariscos tienen una gran parte de agua en su composición. Entono al 70 u 80 por ciento de su estructura es agua, aunque ésta varía con la edad del ejemplar, ya que cuanto más viejo es menos agua acumula. Esto los convierte en un alimento con un bajo aporte calórico por lo que es recomendable su ingesta en personas que siguen una dieta de mantenimiento del peso o de reducción del mismo.
Además, entre los nutrientes que nos aportan destaca su alto contenido en proteínas con un alto valor biológico, que va de un 14 hasta el 20 por ciento en determinadas especies y ejemplares. Esto convierte a los mariscos en un alimento ideal para dotar a nuestro organismo las cantidades proteicas que necesita sobre todo en épocas de crecimiento, como en momentos en los que queremos aumentar la masa muscular, y es que contienen un aminoácido esencial que tiene un papel importante en el desarrololo muscular, como es la arginina.
Pero realmente los mariscos son famosos por su alto aporte mineral. Entre la amplia lista de este tipo de nutrientes que nos aportan destaca el potasio, el calcio, el sodio, fósforo, hierro, cobre, iodo, plata y zinc. Todos ellos imprescindibles para un buen funcionamiento orgánico, ya que se requieren en funciones vitales como el crecimiento, fabricación de glóbulos rojos, piel y tejidos saludables, producir nuevos tejidos, mantenimiento celular...
Aunque un exceso de estos minerales puede ser perjudicial para el organismo. Por este motivo es aconsejable ingerir cantidades moderadas de mariscos, y no hacer que sea un plato habitual en nuestra dieta. No debemos olvidar que contienen altas dosis de vitamina B1 y B2, ambas liposolubles y muy importantes para la correcta asimilación de los nutrientes, así como el buen funcionamiento del sistema nervioso entre otras funciones.
Los mariscos los podemos encontrar en cualquier pescadería, sobre todo en estas fechas en las que es habitual su ingesta. Aunque es importante que si no queremos añadir grasa a un alimento que apenas la contiene no utilicemos aliños como mayonesas u otro tipo de salsas con un alto contenido calórico que lo único que hacen es estropear un alimento de por sí rico.
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