El postre es uno de esos momentos del día en el que te sientes en paz contigo mismo después de una jornada laboral dura. Ese momento a la hora de ingerir algo dulce es algo a lo que difícilmente se puede renunciar.
Actualmente se ha relacionado tomar el postre con comer comida basura y ultraprocesada, pero esto para nada tiene por qué ser así. Se pueden hacer postres deliciosos a base de comida no procesada o mínimamente procesada. De hecho, incluir algo de azúcar no tiene por qué ser malo per se, siempre y cuando realicemos ejercicio físico.
Si sois como nosotros, que nos encanta después de comer o cenar, comer un buen postre, no te puedes perder estos que os presentamos a continuación.
Tarta de yogur esponjosa sin gluten
Ingredientes
- Huevos 4
- Ralladura de limón 0.5
- Yogur natural 400 g
- Esencia de vainilla 2.5 ml
- Sal
- Edulcorante líquido 20 ml
- Maizena 35 g
Cómo hacer Tarta de yogur esponjosa sin gluten
- Tiempo total 1 h 10 m
- Elaboración 15 m
- Cocción 55 m
Precalentar el horno a 170º C y preparar un molde redondo, de unos 20 cm de diámetro. Será más fácil desmoldarla si es de fondo desmontable y enganchamos una hoja de papel antiadherente en la base, cerrando el anillo sobre ella para que el papel sobresalga un poco. Engrasar un poco los laterales con aceite de girasol o de oliva suave.
Escurrir el líquido visible de los yogures y mezclar todos en un recipiente hasta dejarlos cremosos. Disponer sobre una estameña, paño limpio que no suelte hilo o varias capas de papel de cocina, sobre un colador, y dejar unos 20-30 minutos, mínimo. Remover y apretar ligeramente para terminar de desechar la mayor cantidad de agua posible.
Ahora, pesar el yogur obtenido para asegurar que tenemos 400 g (podemos añadir un poco más de yogur sin escurrir si nos hemos quedado muy cortos). Separar las claras de las yemas, reservando las primeras para el último momento.
Batir con unas varillas manuales las yemas con la ralladura de limón (o usar vainilla, o naranja), la maizena tamizada y edulcorante al gusto (equivalente aproximado a 80-100 g de azúcar). Añadir el yogur y batir un poco más hasta obtener una crema sin grumos.
Con una batidora de varillas bien limpias, batir las claras hasta casi punto de nieve. Incorporarlas a la mezcla principal en tres tendas, con movimientos envolventes usando una espátula o lengua de silicona, para no perder el aire obtenido.
Verter en el molde, igualando la superficie con la espátula o el dorso de una cuchara, y hornear a media altura durante unos 50-55 minutos. Subirá mucho, pero luego se bajará al salir del horno. Vigilar que no se queme antes de tiempo, podemos cubrirlo con papel de aluminio.
Esperar un poco fuera del horno antes de abrir el molde y dejar enfriar. Llevar a la nevera para que esté fría antes de cortar, así estará más asentada y tendrá mejor textura.
Otros postres deliciosos y saludables
Bocaditos de naranja y albahaca: Perfectos para acompañar ese café o infusión de sobremesa, estos bocaditos de naranja y albahaca son un tanto pecaminosos. Tienen mucho peligro porque se comen sin sentir, son pequeños bocados y uno piensa que no hay problema en comerse otro, otro y otro más. Pero hay que controlarse si no se quiere pasar el límite.
Bolitas de chocolate con albaricoque y naranja: Esta receta de bolitas de chocolate con albaricoque y naranja es un delicioso bocado con el que acompañar el café después de la comida, sobre todo si esta ha sido copiosa y no hemos tomado postre, son la forma ideal de terminar con un puntito dulce. Podéis hacer las bolitas más pequeñas o más grandes según vuestros gustos. Si queréis presentarlas como postre, podéis pasarlas por chocolate caliente.
Trufas de cava y frambuesa: Las trufas de cava y frambuesa deben conservarse en la nevera para que no se estropeen. Para tomarlas podemos sacarlas unos minutos antes y así no estarán tan frescas. Se mantienen en perfecto estado durante varios días, así que se pueden hacer con antelación.
Hojaldres rellenos de crema de cacao y nueces: Estos hojaldres rellenos de crema de cacao y nueces son un buen bocado con el que acompañar un café o un té de media tarde. Aunque también son perfectos para saciar las ganas de dulce cuando nos entra el gusanillo.** Consumirlos recién hechos**, una vez enfriados, ya que el hojaldre está en su mejor momento. De lo contrario se vuelve blando y correoso, no aguanta bien el paso del tiempo.
Brownie de 3 ingredientes: Ni que decir tiene que este asombroso brownie de tres ingredientes está para comérselo a cualquier hora del día, aunque la más adecuada es la merienda. Un vaso de leche bien fresco para los pequeños y un café o té para los adultos y ¡a disfrutar de esta golosina!
Nutellotti: Los nutelloti o galletas de Nutella son un bocado goloso pero no excesivamente dulce, así que se pueden tomar como capricho a cualquier hora del día. Perfectas para la merienda o para acompañar el café, también están muy ricas con un simple vaso de leche fría o equivalente vegetal. La leche de avellanas hace especialmente buena pareja.
Brigadeiros brasileños: Los brigadeiros brasileños os durarán una o dos semanas en la nevera, pero creo que esta es una recomendación innecesaria, pues son tan ricos, que me temo que solo los veréis rondando por vuestro frigorífico durante un día.
Trufas de aguacate: Las trufas de aguacate son un delicioso bocado, ideal para tomar como capricho o para sacar en una cena de amigos con el café, como petit fours. Son fáciles de preparar y rápidas, si no contamos el tiempo de enfriado en el congelador. En un cuarto de hora tendrás un delicioso bocado dulce sobre la mesa y sin apenas despeinarte.
Bolitas de coco y chocolate: Las bolitas de coco con chocolate se pueden comer en cualquier momento del día, tanto como un pequeño postre lleno de dulzura, como una golosina para acompañar el café de la tarde. Te recomiendo conservarlas en un recipiente cerrado para que queden frescas por más tiempo. Si hace mucho calor es recomendable dejarlas en el refrigerador durante el tiempo de conservación.
Semifrío de frambuesa y queso crema: Poco necesita este semifrío de frambuesa y queso crema para ser disfrutado. Si acaso, unas frambuesas que le aporten el toque de fruta fresca y le den un colorido más intenso. Este semifrío se conserva desde que se descongela durante 24 horas en la nevera, bien cerrado en un recipiente donde no absorba olores del resto de alimentos del frigorífico.
Tarta ultrafina de manzana y vainilla: La mejor manera de disfrutar de un pedacito de tarta ultrafina de manzana y vainilla es recién horneada. El hojaldre está en su mejor momento, crujiente, y la manzana se funde en la boca. La podemos acompañar de un poco de helado de vainilla o crème fraîche y servirla de postre con un café o a la hora de la merienda.
Helado de cerezas y yogur: Lo bueno que tiene esta receta de helado de cerezas y yogur es que como queda tan cremosa no es necesario volver a guardarlo en el congelador después de batirlo para que endurezca, puede degustarse inmediatamente. Probad a rociarlo con chocolate fundido, la combinación es totalmente adictiva.
Helado de frutos rojos y yogur sin heladera: Este helado fácil de frutos rojos y yogur es un bocado refrescante y original con el que rematar una comida de verano. Debido al salvado de avena, su textura es más compacta que la de un helado tradicional, lo que evita que se derrita con rapidez. Se puede servir tal cual, sobre un cucurucho o entre obleas para helado al estilo sándwich. En este último caso, está delicioso.
Sorbete de mango y naranja: Como este sorbete de mango y naranja es muy cremoso, no es necesario removerlo a menudo para que no se formen cristales, incluso aunque esté completamente congelado tarda muy poco en alcanzar la textura adecuada. Seguro que os gusta tanto como a nosotros, que lo acompañamos con trozos de mango y mucho chocolate caliente.
Polos de yogur griego y frambuesas: Para degustar los polos de yogur y frambuesas bastará con sumergir cada envase en agua caliente o templada durante unos instantes, así se desmoldarán fácilmente. Se pueden disfrutar a cualquier hora, sobre todo si es un día caluroso, de postre o como merienda, con más fruta fresca o mojándolos en chocolate fundido, si estamos especialmente golosos.
Mousse de yogur con frutos rojos: Esta mousse de yogur con frutos rojos es el colofón perfecto a las comidas y cenas de Navidad. El equilibrio que se consigue con la acidez de los frutos rojos, el dulzor de la salsa y la cremosidad de la base de yogur la convierten en la opción de postre más acertada para estas fiestas.
Mousse de chocolate y aguacate: Esta mousse de chocolate y aguacate es perfecta para el postre de una comida ligera. Es consistente y llena bastante, por lo que habrá que hacer sitio para ella si no queremos morir en el intento. La cremosidad de la mezcla es increíble en boca, gracias a la textura del aguacate. La podemos decorar con nata montada y cacao en polvo para darle un toque de elegancia.
Pudding de chía y chocolate con yogur: este pudding de semillas de chía con chocolate y yogur es perfecto para tomar en el desayuno, es saciante y nos aporta mucha energía. Se puede ajustar la cantidad de azúcar o edulcorante al gusto, según estemos acostumbrados al dulce, y variar la fruta. Se puede hacer con frutos rojos, fresas o plátano,** y un toque de coco rallado le va también muy bien**. Mejor servir frío.
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