Inspiradas en las famosas peanut butter chocolate cups de Estados Unidos, estas chocolatinas son un bocado goloso muy nutritivo que podemos tomar ocasionalmente, y que son perfectas para complementar la práctica deportiva. Chocolate y mantequilla de cacahuete hacen una pareja deliciosa a la que ya hemos rendido homenaje por aquí, aunque podríamos usar otra crema de frutos secos 100% natural.
El aceite de coco sin refinar no es nuestra grasa predilecta en la cocina -siempre defendemos el aceite de oliva virgen extra por encima de todas-, pero es cierto que ofrece mejores resultados al manipular chocolate, sobre todo de alta pureza. Con el calor se derrite, por eso, en verano, recomendamos conservar estos dulces en la nevera, o mejor aún, en el congelador, para convertirlos en un postre helado de alta densidad energética.
Lo más fácil es emplear moldes de silicona , aunque podemos apañarnos con una bandeja de moldes de magdalenas o muffins y cápsulas de papel de calidad antiadherente. En tamaño mini son más fáciles de manejar y comer, con cantidades más comedidas.
Ingredientes
- Chocolate negro sin azúcar mínimo 80% 150 g
- Aceite de coco virgen sin refinar 15 ml
- Plátano maduro para endulzar (o 1 dátil medjool) 50 g
- Mantequilla de cacahuete 80 ml
- Esencia de vainilla 2 ml
- Aceite de oliva virgen extra (para el relleno) 5 ml
- Sal una pizca opcional 2 g
- Frutos secos o coco rallado para decorar
Cómo hacer chocolatinas heladas con crema de cacahuete
- Tiempo total 30 m
- Elaboración 30 m
- Reposo 2 h
Picar el chocolate y derretir al baño maría con el aceite de coco. Repartir la mitad formando una capa en los moldes elegidos, preferiblemente de silicona o en un molde rígido con cápsulas antiadherentes. Según el grosor que le demos a las capas, nos saldrán más o menos unidades. Congelar hasta que quede firme.
Para endulzar el relleno podemos triturar o hacer puré unos 50 g de plátano maduro, o usar 1-2 dátiles bien triturados. Mezclar con la mantequilla de cacahuete, la vainilla, el aceite de coco y una pizca de sal. Usar batidora si fuera necesario, hasta tener una crema homogénea.
Repartir el relleno encima del chocolate congelado y volver a congelar. Si el chocolate restante se hubiera solidificado, volver a derretir al baño maría, pero dejando que quede tibio, no muy caliente -podemos introducir un dedo sin quemarnos-.
Finalizar cubriendo el relleno de cacahuete con el resto del chocolate, refrigerar hasta que empiece a solidificarse y coronar con frutos secos, coco o cualquier otro topping al gusto. Pasar al congelador.
Una vez sólidas, desmoldar las chocolatinas y conservar en un recipiente hermético en la nevera o, mejor si es verano, en el congelador.
Con qué acompañar las chocolatinas heladas
Si hemos usado moldes mini estas chocolatinas se devoran fácilmente de un bocado. En cualquier caso, recomendamos dejarlas atemperar un poco para que no estén tan duras antes de comerlas. No necesitan ningún acompañamiento especial, aunque hacen un buen maridaje con café en la sobremesa o a media tarde.
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