Es en los meses fríos cuando llegan los limones en su mejor temporada a los mercados, por mucho que relacionemos esta fruta con el verano. Su zumo y potente aroma cítrico es ideal para preparar postres ligeros y refrescantes, muy apetecibles también como merienda algo más golosa, como esta crema vegana. Con tofu sedoso y un toque de agar agar, conseguimos una textura melosa como de natillas.
Es importante utilizar el tofu adecuado, el llamado silken o de textura como de seda, muy blandito, húmedo y tierno, que se convierte en crema espesa cuando se tritura. Ya lo hemos empleado para preparar un rico pudding de chocolate, y esta vez vamos pensando ya quizá en un postre nutritivo para las fiestas. Además, es muy rico en proteínas de calidad. Podríamos prescindir del agar agar sin mayor problema, simplemente quedará menos cremoso o cuajado; el punto de dulzor podemos dárselo con sirope de dátil casero o un edulcorante líquido que nos guste.
Ingredientes
- Tofu blando tipo sedoso (silken) 250 g
- Zumo de limón y una pizca de ralladura 60 ml
- Cúrcuma molida (1/2 cucharadita, aproximadamente) 2 g
- Agar agar (1 sobre) 2 g
- Sirope o crema de dátiles o edulcorante líquido al gusto 10 ml
- Leche de soja u otra vegetal, cantidad necesaria
- Frutos rojos para servir
Cómo hacer crema de limón vegana
- Tiempo total 15 m
- Elaboración 10 m
- Cocción 5 m
- Reposo 2 h
Exprimir el zumo de limón y colarlo hasta obtener el volumen necesario. Si no partimos de limones fríos, enfriarlo media hora en la nevera. Añadir el agar agar y remover con unas varillas para disolverlo. Llevar al fuego, calentar y cocer removiendo durante un par de minutos, hasta que no queden grumos.
Escurrir el tofu de su líquido y disponer en el vaso de una batidora. Añadir la cúrcuma, ralladura de limón fina sin la parte blanca, y el sirope de dátil o unas gotas de edulcorante líquido. Incorporar el limón con agar agar y triturar bien.
Añadir un chorrito de bebida vegetal y triturar hasta dar con una textura como de natillas. Probar y ajustar la cantidad de ralladura de limón, bebida vegetal o cúrcuma, si se desea un color amarillo más intenso.
Repartir en dos raciones generosas o cuatro más pequeñas, y dejar reposar en la nevera un par de horas para que coja mejor cuerpo. Servir con frutos rojos, granada o frutos secos al gusto.
Con qué acompañar la crema de limón
Nos saldrán dos raciones bien generosas de este postre cremoso y refrescante, que podemos convertir en tres o cuatro porciones más comedidas, pues es bastante saciante. Si lo completamos con una buena cantidad de frutas frescas y algunos frutos secos o semillas, le daremos más vistosidad y un estupendo contraste de texturas. Las grosellas son muy ácidas y no del gusto de todo el mundo; los arándanos son una buena alternativa, así como la granada o caqui persimón.
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