Aunque somos muchos los que no renunciamos al cuchareo de legumbres incluso en las temporadas de más calor -eso sí, nada de platos humeantes-, nos gusta abrazar las ensaladas con estos nutritivos y sostenibles alimentos que no debemos descuidar tampoco en verano. Los garbanzos de bote nos lo ponen muy fácil para preparar platos deliciosos muy fáciles.
El queso feta griego nos aporta una buena cantidad de proteínas sin ser muy calórico ni graso, y tiene una textura suave y un sabor fresco muy aromático que potencia a los más neutros garbanzos, dándole ese puntito de inspiración mediterránea. Si no encontráis, podéis usar de rulo de cabra sin corteza o algún queso fresco y tierno, incluso sustituirlo por dados de tofu.
Ingredientes
- Garbanzos cocidos 400 g
- Cebolla morada 0.5
- Perejil fresco (un buen manojo) 5 g
- Cilantro fresco (un buen manojo) 5 g
- Zanahoria 1
- Queso feta griego 60 g
- Limón grande 1
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra
- Comino en grano opcional
- Sal
Cómo hacer ensalada de garbanzos con queso feta al limón
- Tiempo total 20 m
- Elaboración 20 m
Cortar en juliana o plumas muy finas la cebolla morada pelada y disponer en un cuenco con agua muy fría; dejar en la nevera unos 15-20 minutos para que quede muy fresca y crujiente, y pierda parte de su intensidad.
Enjuagar los garbanzos si son cocidos en conserva, escurriéndolos sobre un colador de malla fina bajo el grifo de agua corriente, removiendo con suavidad. Retirar las pieles que se hayan podido desprender y secar con papel de cocina o un paño limpio que no suelte hilo. Disponer en una fuente.
Picar a cuchillo una generosa cantidad de perejil y/o cilantro fresco -nosotros usamos mezcla- bien lavados y muy secos, y añadir a los garbanzos. Incorporar la zanahoria pelada rallada fina, la cebolla bien escurrida y unas semillas de comino al gusto.
Incorporar el queso feta desmenuzado y aliñar con zumo de limón abundante, aceite de oliva virgen extra y un poco de pimienta negra y ralladura de limón. Remover, tapar y dejar en la nevera hasta el momento de servir. Corregir el punto del sal al gusto.
Con qué acompañar la ensalada de garbanzos
Completa y saciante pero nada pesada, esta ensalada de garbanzos se puede hacer más contundente añadiendo más cantidad de queso o sumando algunas proteínas extra como anchoas, atún o bonito, o algún grano o cereal integral que incluso podemos aprovechar para dar salida a sobras de la nevera. A modo de guarnición o primer plato en un menú más completo la podemos combinar con algún pescado a la plancha, pollo al horno o tofu.
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