La quinoa o quinua es un ingrediente fantástico para enriquecer ensaladas que nos sirvan de plato único bien completo, saciante y nutritivo, gracias a su contenido en proteínas vegetales, hidratos complejos y otros nutrientes. Si te parece algo sosa o buscas una forma de darle más vidilla, prueba esta ensalada en la que mezclamos el grano con una salsa tipo pesto casera sencilla.
Con una picadora, robot o procesador de alimentos el pesto se hace en un suspiro, aunque también se puede elaborar a la manera tradicional, majando todo al mortero. Puedes ajustar los ingredientes al gusto sobre la marcha; es una salsa calórica por el contenido de aceite, piñones y queso, pero nosotros la hacemos más ligera usando una parte de levadura nutricional (de cerveza desamargada) y zumo de limón, prescindiendo además del ajo para que sea más digestiva.
Ingredientes
- Quinoa o quinua 120 g
- Albahaca fresca (un buen manojo) 20 g
- Piñones 20 g
- Levadura de cerveza en copos al gusto (opcional)
- Queso Parmesano al gusto
- Limón 1
- Dientes de ajo (opcional) 1
- Espinacas baby frescas 150 g
- Tomate cherry o al gusto 10
- Tomate seco (deshidratado) en aceite de oliva o al gusto 4
- Rabanitos o al gusto 5
- Queso mozzarella 1
- Pipas de calabaza o girasol al gusto
- Aceite de oliva virgen extra necesario
- Sal
Cómo hacer ensalada de quinoa al pesto
- Tiempo total 30 m
- Elaboración 15 m
- Cocción 15 m
Enjuagar la quinoa si lo indica así el fabricante, sobre un colador bajo agua limpia fría, hasta que no salga turbia. Poner en un cazo o cazuela, calentar sin nada más para que se seque y se tueste en crudo un poco, y añadir el doble de volumen de agua. Llevar a ebullición, bajar el fuego y mantener la cocción unos 15 minutos. Comprobar que está cocida pero aún un poco firme y escurrir sobre el colador si aún queda agua. Dejar enfriar.
Lavar y secar las hojas y tallos de la albahaca fresca y triturar con los piñones, el zumo de un limón, una cucharada de levadura de cerveza (opcional) y una o dos de queso parmesano rallado fino (para hacerla vegana se puede omitir y usar más levadura) y el ajo pelado sin el germen, si se usa. Añadir un poco de aceite de oliva, triturar o majar en mortero, y probar. Ajustar el sabor y la textura al gusto.
Mezclar la quinoa con la salsa de pesto. Montar la ensalada con una base de hojas de espinaca baby, añadiendo la quinoa en cucharadas (no hace falta echarla toda) y distribuyendo por encima los demás ingredientes cortados al gusto, desmenuzando con las manos la mozzarella fresca. Coronar con semillas al gusto, salpimentar si se desea y rociar con un chorrito de aceite antes de servir.
Con qué acompañar la ensalada de quinoa al pesto
Una buena ración de esta ensalada ya nos dejará perfectamente saciados sin necesidad de completar el menú con otro plato, por lo que es perfecta como plato único para tomar en casa o para llevar, y también para una cena nutritiva que no resulta pesada. Con un yogur natural de postre o fruta de temporada, por ejemplo unas fresas, quedaremos bien satisfechos, aunque si queremos aumentar el aporte energético y la fibra siempre podemos tomarla con una porción de pan casero integral o crackers de garbanzos.
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