El porridge de avena es un plato típico escocés con muchos equivalentes en medio mundo, pues no es más que una versión de las humiles gachas, que admite cualquier cereal. Como pseudocereal sin gluten, con bajo índice glucémico y mucho más nutritivo que otros granos, la quinoa es perfecta para cocinarla al estilo porridge, una receta ideal para el desayuno que también se puede adaptar a cualquier momento del día.
En esta ocasión utilizamos leche de almendras para presentar una opción apta para veganos, intolerantes a la lactosa o alérgicos a la leche, pero se puede elaborar con leche de vaca o cabra, o cualquier otra bebida vegetal natural (sin azúcares) que nos guste. La cantidad de líquido y el tiempo de cocción final son aproximados, pues dependerá del tipo de quinoa en concreto que usemos y de cómo nos guste la textura.
Las gachas se pueden tomar calientes, recién hechas, tibias o frías, teniendo en cuenta que espesarán más al enfriarse. Podemos dejarlas listas con antelación y volver a calentarlas, mejor al fuego para hacerlo con suavidad, aunque se puede usar el microondas. En este caso es recomendable agregar un poco más de líquido para devolverles la textura más cremosa y de papilla.
Ingredientes
- Quinoa o quinua 60 g
- Leche de almendra (aproximadamente) 525 ml
- Canela en rama 1
- Vaina de vainilla 0.5
- Cardamomo (opcional) 2
- Clavo de olor (opcional) 1
- Limón (solo la piel) 0.5
- Edulcorante líquido al gusto (opcional)
- Frutos rojos al gusto
Cómo hacer porridge de quinoa con leche de almendras
- Tiempo total 45 m
- Elaboración 5 m
- Cocción 40 m
Calentar en una cazuela o cazo más grande la leche o bebida vegetal con la rama de canela, la vaina de vainilla abierta (mediante un corte longitudinal), el clavo y el cardamomo. Se puede prescindir de cualquiera de estas especias y añadir otras, o la piel de medio limón o naranja.
Esperar a que humee sin dejar hervir, apagar el fuego y tapar. Dejar infusionando, como mínimo, 20 minutos. Mientras, lavar bien la quinoa sobre un colador con agua fría, hasta que no salga turbia. Escurrir y poner a calentar en un cazo o sartén sin añadir nada más, a fuego suave, para que pierda del todo la humedad y se tueste un poco.
Retirar los aromáticos de la leche salvo la vainilla y añadir la quinoa. Mezclar y calentar a fuego suave, sin dejar hervir. Cocer suavemente, removiendo de vez en cuando, hasta que espese al gusto. Hay que recordar que espesará más una vez empiece a enfriarse o reposar.
El tiempo final dependerá del gusto y la variedad de ingredientes; podemos dejar el grano más deshecho o algo más firme. Si se desea, añadir un poco de edulcorante líquido o sirope o crema de dátil, probando antes el sabor.
Con qué acompañar el porridge de quinoa
Los acompañamientos tradicionales de un porridge o gachas suelen ser una combinación de fruta fresca o en compota ligera, frutos secos y semillas, en la proporción que cada comensal guste. Lo ideal es combinar diferentes texturas y sabores que hagan contraste y potencien la textura cremosa de la quinoa cocida. En este caso hemos optado por unos frutos rojos -con su punto fresco ligeramente ácido-, pistachos y semillas de amapola, pero podríamos añadir nueces o almendras picadas, semillas de chía o sésamo, et.
También quedarían muy sabrosas con mantequilla de cacahuete o un poco de tahina, leche de coco o yogur natural, para darle más cremosidad. Si lo concebimos más como un postre, podríamos añadir canela molida y unas frutas secas como dátiles o pasas, más dulces.
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