Nunca he sido muy de desayunar galletas, pero sí me gusta acompañar de vez en cuando el café de sobremesa o la merienda con algún bocado para mojar. Como alternativa más sana más nutritiva a las comerciales, podemos hacer unas ricas galletas de jengibre saludables muy aromáticas para darnos un capricho ocasional.
Están elaboradas sin azúcar añadido, sin lácteos y sin harina de trigo, gracias a la harina de avena y la almendra molida. El endulzante es un sirope o crema de dátiles casera que da el punto justo de dulzor sin empalagar, añadiendo además jugosidad y mucho aroma. Las especias dan el toque de gracia a estas galletas, con el protagonismo del jengibre, pero que podéis variar a vuestro gusto.
Si queréis galletas más crujientes solo hay que dejar la masa enfriar más tiempo en la nevera para que se quede más firme, y estirarla muy bien entre dos hojas de papel de cocina antiadherente, con un rodillo.
Formando bolitas y aplanándolas un poco antes de hornear obtenemos unas pastas con el exterior más crujiente y un interior tierno y suave, con una textura algo rústica muy reconfortante que tan bien sienta en estos días de frío.
Ingredientes
- Huevos 1
- Sirope o crema de dátiles 50 g
- Aceite de oliva virgen extra o girasol 30 ml
- Harina de avena 100 g
- Almendra molida 50 g
- Jengibre molido 1 y 1/2 cucharaditas
- Canela molida 1 cucharadita
- Nuez moscada 1 pizca
- Sal 1/2 cucharadita
- Levadura química (impulsor) 1 cucharadita
Cómo hacer galletas de jengibre saludables
- Tiempo total 30 m
- Elaboración 15 m
- Cocción 15 m
- Reposo 30 m
Disponer en un recipiente mediano el huevo con el sirope o crema de dátiles y el aceite. Batir con unas varillas manuales hasta emulsionar. Agregar el resto de ingredientes, tamizando previamente la harina de avena y la almendra para evitar grumos.
Combinar con una espátula o lengüeta hasta tener una masa homogénea sin restos secos. Podríamos añadir unas nueces picadas, trocitos de jengibre fresco, pasas o algún otro fruto seco o semilla. Tapar con plástico film y llevar a la nevera 30 minutos.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar una bandeja grande con papel sulfurizado -de hornear- o una lámina de silicona adecuada.
Con ayuda de unas cucharillas ligeramente humedecidas, repartir porciones de masa en la bandeja, dejando espacio entre ellas. Dar forma con las manos humedecidas o engrasadas con aceite; podemos dejarlas más planitas si queremos que sean más crujientes.
Hornear durante unos 15-18 minutos. Vigilar bie porque cada horno es un mundo. Cuando estén doradas y ligeramente tostadas, sin quemarse, sacar dejar enfriar completamente sobre una bandeja.
Con qué acompañar las galletas de jengibre
Las galletas de jengibre pueden disfrutarse realmente a cualquier hora del día, siempre como bocado ocasional y en porciones moderadas. Son muy ricas con un vaso de leche o bebida vegetal, fría o caliente, una infusión, té o café. También podemos llevar algunas con nosotros para reponer energías a media jornada, o reservarlas para desayunos o meriendas. Se conservan bien varios días en un recipiente hermético.
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