Tarta de queso fitness casera

Durante los últimos meses os hemos ido proponiendo distintas opciones de postres fitness: galletas proteicas, flanes, muffins de chocolate o helados altos en proteínas para todos los gustos.

Pero si hay un postre estrella que todavía no habíamos convertido en postre fitness, es la clásica tarta de queso. Hoy os proponemos una receta casera de tarta de queso fitness en la que nosotros mismos confeccionaremos desde la base de galleta, hasta el relleno de queso y, todo ello, de una manera muy sencilla.

La diversidad de las tartas de queso es infinita, desde recetas en las que prácticamente solo hay relleno de textura fina, hasta otras mucho más intensas y compactas. Nosotros hoy vamos a hacer una receta "a medias" entre ambas, os proponemos una tarta de queso con base casera y un relleno cremoso.

Los ingredientes que vamos a utilizar son muy sencillos y seguro que casi todos los tenéis en casa. Para esta receta vamos a volver a utilizar las láminas de gelatina neutra, o un sobre de gelatina en polvo, como ya usamos en la receta de natillas proteicas de chocolate; de este modo, conseguiremos la textura apropiada del relleno de queso y, al mismo tiempo, aprovecharemos su alto contenido en proteína (85-90%).

Láminas de gelatina neutra.

Ingredientes

1.- PARA LA BASE O "CAZOLETA" DE LA TARTA:
La galleta suele ser el ingrediente tradicional para la base de la tarta de queso casera, pero lo importante de nuestras recetas es adecuar los ingredientes a nuestras necesidades, de modo que seremos nosotros mismos quienes hagamos nuestra masa-base fitness:

  • 300g harina de avena
  • 1/2 vaso de leche desnatada
  • edulcorante al gusto o stevia
  • una pizca se sal

2.- PARA LA CREMA DE QUESO:

  • 300g de queso batido 0%

  • 250 ml de leche desnatada

  • 150g de proteína whey
  • 6 láminas de gelatina o un sobre en polvo
  • edulcorante al gusto

3.- PARA REMATAR NUESTRA TARTA:

  • 200g Mermelada al gusto baja en calorías (frambuesa, fresa, arándanos, frutos del bosque...)

Elaboración

  • Comenzaremos preparando la base de la tarta: calentamos la leche con la sal y el edulcorante y vamos añadiendo, poco a poco, la harina de avena hasta tener una masa homogénea y manejable.
    Trabajamos la mezcla con el rodillo y una vez bien estirada la colocaremos en un molde de gel apropiado para postres de horno. Horneamos unos 20-25 hasta que la base esté doradita.

  • Mientras se hornea nuestra "cazoleta" vamos preparando el relleno de queso: mezclamos todos los ingredientes en un cazo, excepto la gelatina, y vamos removiendo a fuego lento y moderado. Cuando la mezcla homogénea esté caliente (pero sin hervir) vertemos la gelatina en ella y seguimos mezclando mientras se desahacen las láminas, hasta que quede un relleno bien uniforme. Dejamos enfriar.

  • Una vez esté lista la base, la sacaremos del horno y la dejaremos enfriar para rellenarla con la crema de queso. Una vez que la tarta esté fría y reposada, añadiremos la mermelada que más nos guste por toda la superficie y la volveremos a dejar enfriar en el frigorífico hasta el momento de tomarla.

*Nota:***** Yo he utilizado mermelada de fresa de la marca "Gourmet" (baja en calorías) cuyo aporte por 200g es de cero grasas y unas 38 kcal.

Datos macronutricionales:

Como veis un postre de tarta de queso adecuado a nuestras necesidades, con un alto contenido en proteínas y muy bajo en grasa. Por cada ración de nuestra tarta de queso casera reportaremos una dosis de 13,5g de proteínas, apenas 4g de grasas y un total de 316kcal, teniendo en cuenta que de la tarta completa podremos sacar unas 6 porciones individuales.

Imágenes | iStockPhotos

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