En verano es habitual el consumo de helados para refrescarnos y saciar los deseos de dulces, sin embargo, las alternativas comerciales no son una opción recomendable si buscamos cuidar la dieta y la salud. Por eso, dejamos tres consejos para hacer helados más sanos en casa.
Lo primero: eliminar azúcares libres o añadidos
El azúcar esta presente en casi todos los helados, incluso en aquellos que parecen más sanos o en los más ligeros por no presentar grasas como es el caso de los sorbetes. Por eso, lo primero para lograr un helado más sano será eliminar los azúcares libres o añadidos.
Recordemos que hablamos de azúcares libres cuando nos referimos a aquellas fuentes de hidratos de fácil asimilación, ya sean añadidos industrialmente o bien, en casa y derivados de ingredientes naturales.
Entonces, evitaremos tanto el azúcar como tal como la glucosa, la fructosa, los zumos de frutas, los yogures saborizados que incluyen azúcares añadidos, la miel, los jarabes y siropes independientemente de su origen.
En su reemplazo podemos usar frutas con acentuado sabor dulce, pero las usaremos enteras para aprovechar toda su fibra también y así, buenas alternativas son el plátano, el mango, frutos rojos varios, uvas o similares.
Otra opción es acudir a stevia u otros edulcorantes, sin calorías y sin azúcares en su interior.
Helados sin grasas o con grasas de calidad
La mayor parte de los helados comerciales son también fuente de grasassaturadas derivadas de la leche, y aunque estas no serían las más perjudiciales, muchas opciones incluyen grasas trans o aceite de palma que deberíamos reducir en la dieta habitual si deseamos proteger la salud.
Así, si queremos más untuosidad y un helado más atractivo al paladar por poseer grasas, optaremos por ingredientes fuentes de grasas de calidad como pueden ser cacahuetes y crema de cacahuete, frutos secos en general o sus mantequillas, coco rallado, aceites vegetales y semillas.
Con estos ingredientes podemos reemplazar la nata o la mantequilla que muchos helados llevan en su interior y así no sólo mejorar la calidad de las grasas sino también, sumar otros buenos nutrientes para el organismo.
Otra alternativa es eliminar por completo las grasas de los helados si buscamos una opción más ligera, y así tendremos por ejemplo, un helado de fruta procesada únicamente o sorbetes sin azúcares añadidos.
Por último: sumar vitaminas, minerales, fibra y proteínas siempre que podamos
Para un helado más sano aun, no sólo debemos cuidar la calidad de sus grasas y evitar los azúcares libres, sino también, intentar que nuestra preparación posea la mayor variedad de vitaminas y minerales así como también, que incluya fibra y proteínas que brindan saciedad al organismo.
Por eso, siempre que nos sea posible podemos usar ingredientes ricos en proteínas como puede ser queso fresco, leche o yogur natural sin sabor ni azúcar añadido, o bien, mantequillas de anacardos o crema de cacahuete o almendras.
Con frutos secos y semillas o derivados de estos también sumaremos fibra, vitaminas y minerales que el cuerpo necesita, pero si queremos aun más buenos nutrientes para sumar a los helados podemos acudir a frutas frescas en su interior o toppings de ellas, así como de coco rallado, semillas y semejantes.
Recetas de helados sanos que puedes elaborar en casa
Con los tres consejos antes dados podrás lograr helados en casa mucho más sanos que las alternativas que encontramos en el mercado y aunque lo creas, se trata de preparaciones sencillas que todos podemos realizar sin mayores complicaciones.
Algunas recetas de helados sanos que puedes poner en práctica son:
- Helado natural de fresas fitness, rico en proteínas de calidad y con alto aporte de calcio.
- Polos de mango, plátano y frambuesa de alto contenido en fibra y sin grasas en su interior.
- Helado cremoso de piña y coco, ideal para veganos y sin azúcares añadidos así como también, de bajo contenido graso.
- Sorbete de mango y plátano, sin casi grasas en su interior.
- Helado de plátano y leche de coco, en el cual recomendamos reemplazar el azúcar por stevia, pues aunque sea una mínima cantidad su eliminación puede afectar el sabor del helado.
- Helado de plátano y crema de cacahuete, ideal para sumar buenas grasas al organismo y además, un mínimo de proteínas que sacian.
- Helado proteico de chocolate, con proteína en polvo de suero de leche.
- Sorbete de plátano y fresas, sin agregado de grasas, sino creado sólo a base de frutas.
Imágenes | Unsplash, Vitónica, Directo al paladar
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