Correr dos veces al día no es una idea loca, si tenemos la idea de dividir en dos partes el entrenamiento que tendríamos que hacer en una sola sesión. El mayor problema es que se necesita tiempo, pero hay ciertas situaciones donde correr dos veces al día puede tener muchos beneficios. En un profesional, doblar entrenamientos no es algo tan raro, pero en un corredor amateur no suele ser lo habitual. Veamos algunos casos en los que tiene beneficios:
Después de una lesión: puede que no podamos hacer cinco kilómetros seguidos, pero podremos partirlos en dos sesiones de dos kilómetros y medio sin ninguna sobrecarga para recuperarnos de la lesión sin perjudicar al volumen de trabajo.
Cuando hace mucho calor: en los días de mucho calor, que pronto llegarán, correr largas distancias puede ser una tortura. Los primeros 30 o 45 minutos, el cuerpo suele aguantar sin mucho problema, pero después se agrava la deshidratación y hay un sobrecalentamiento con la consecuente pérdida de rendimiento. Podemos dividir el entrenamiento en dos para no acusar esa "fatiga por calor".
Si queremos hacer volumen pero nuestro horario no lo permite: si estamos preparando una maratón y tenemos tiradas largas de dos horas o más, nuestro horario laboral y personal puede que sea capaz de asimilarlo. Podemos entonces dividir el entrenamiento en dos partes, buscando dos zonas del día donde tengamos el tiempo.
Los días posteriores una competición: la idea es recuperar antes y no sobrecargar al organismo, por eso podemos partir la distancia en dos y hacer así los entrenamientos más livianos. Aquí lo ideal es hacer una sesión por la mañana y otra al anochecer, lo más separadas en el tiempo posible.
Los días que tocan series rápidas: antes de las series no nos vamos a poner a hacer kilómetros como locos, pero si no queremos bajar tanto el volumen, podemos hacer por la mañana un rodaje tranquilo que nos pondrá a punto para las series rápidas de por la tarde, sin dejar caer tanto el kilometraje ese día. Esto, sobre todo, cuando se busca cierto rendimiento en larga distancia.
- Los días que tocan rodajes muy largos: cuando llega un momento en que estamos entrenando larga distancia, hacer rodajes de 20-25 kilómetros o más, se puede hacer muy pesado o estamos más expuestos a lesiones. Dividir la distancia en dos puede solucionarnos el problema, haciendo una de mayor kilometraje y otra de menos (dos tercios y un tercio, aproximadamente). Habrá menos cansancio en el entreno, no se descuidará tanto la técnica cuando llegue la fatiga y habrá menos riesgo de lesión.
Todo es probar y ver qué tal reacciona nuestro cuerpo a este tipo de entrenamiento. Sobre todo si sois aficionados a la media maratón o maratón, os aconsejo correr dos veces al día unas dos o tres veces en semana, encajándolo en vuestros entrenamientos. Correr muchos kilómetros solo en un entreno día tras día, puede no ser la mejor idea para nuestra salud y nuestras marcas.
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