A ningún correrdor se le pasan por alto los beneficios que tienen las series. El entrenamiento interválico, bien planificado, es muy importante para el corredor.
Pero no todos son beneficios: también hay algunos puntos negativos que, casi siempre, vienen de la mano de no saber hacer series o hacerlas cuando no se deben. Veamos los pros y contras del entrenamiento interválico.
Beneficios del entrenamiento interválico
En un principio y lo que siempre llama la atención es lo efectivo que son las series para mejorar los tiempos de carrera. Ya sean series, cortas, medias o largas, nos permiten mejorar nuestra velocidad de crucero, mejorando por tanto los tiempos en competición.
Entrenar a una velocidad similar o mayor de lo que lo harías en una competición, tal y como se hace en las series, ayuda a mejorar y optimizar la técnica de carrera. No es lo mismo trotar que sprintar: la técnica varía mucho. Por eso, al hacer series tenemos la oportunidad de mejorar nuestra técnica de carrera, reforzando también la potencia de músculos que intervienen en la carrera. En definitiva: mejor técnica y menor riesgo de lesión.
Cuando uno hace series, aprende a correr economizando esfuerzos. El que aparezca de forma prematura la fatiga hace que, inconscientemente, nuestro cuerpo despliegue mecanismos para ahorrar energía. Gastar la energía justa y necesaria mientras corremos es clave para retrasar la fatiga y no vaciar los depósitos de energía cuando estamos en competición.
Uno de los beneficios que también tiene hacer series, aunque no es tan comentado en los libros, es la mejora de la autoestima del corredor: un chute de motivación. Nos damos cuenta de que podemos correr a buenas velocidades, y que lo hacemos bien. Además de darle variabilidad al entrenamiento, ayuda al corredor a tomar confianza corriendo rápido y con fatiga.
Puntos en contra del entrenamiento interválico
Como hemos dicho al principio, más que puntos en contra, el entrenamiento interválico o de series tiene efectos negativos cuando no se sabe utilizar o cuando se utiliza mal. Por eso es importante que cada corredor considere si él puede hacer series, cúando y qué tipo de series hacer.
Cuando se abusa de las series pueden aparecer lesiones por sobrecarga. Tengamos en cuenta que las series se hacen a una intensidad elevada y, si nuestros músculos o huesos no están acostumbrados, las lesiones no tardarán en aparecer. Por eso, junto con el trabajo de series, el descanso y la musculación son obligatorios.
Como el entrenamiento interválico nos da mucha chispa en carrera, muchos tienden a descuidar el entrenamiento continuo, es decir, la carrera continua. Es fundamental no descuidar la capacidad aeróbica para poder aguantar las distancias, no solo correr rápido, también hacer fondo, sobre todo en distancias largas.
Consideraciones a la hora de hacer series
Lo primero que debemos de preguntarnos es si estamos preparados para hacer entrenamientos interválicos. Si sois principiantes, debéis evitar hacer series, sobre todo de alta intensidad. Primero mejorar la forma física con carrera suave y progresiva y, después, ya nos plantearemos el trabajo de series.
Si estamos preparados para hacer series porque nuestra forma física es buena y queremos mejorar la velocidad de carrera, debemos planificar cuándo y cómo meter el entrenamiento interválico en nuestra planificación, ajustándolo a nuestros objetivos.
Teniendo en cuenta que el método interválico es un entrenamiento intenso, debemos prepararnos bien haciendo un correcto calentamiento antes de las series. Igualmente, saber guardar descanso después y alimentarnos bien después de este tipo de entrenamientos para asimilarlos bien.
En definitiva, el entrenamiento interválico es necesario en el corredor, sobre todo cuando queremos saltar de nivel. Pero debemos saber cómo y cuándo hacerlo para evitar lesiones y seguir mejorando nuestro ritmo de carrera.
Imágenes | Pexels
Ver todos los comentarios en https://www.vitonica.com
VER 0 Comentario