Muchas veces los corredores sufren periostitis o microtraumatrismos debido a que siempre corren por superficies muy duras: esto castiga mucho al aparato musculoesquelético y hay que pensar en cambiar de superficie.
El césped o la tierra son opciones que hemos comentado anteriormente, pero existe otra opción que podemos considerar y que puede ser muy interesante para evitar estas frecuentes lesiones en los corredores: entrenar en una pista de atletismo.
El tartán de la pista de atletismo es un material blando y en el que se corre como si estuviéramos entre algodones. Sobre esta superficie, el impacto del nuestro pie contra el suelo es mucho menor que en el caso de otros terrenos sobre los que solemos correr, sobre todo el asfalto: gracias a esto podemos evitar posibles lesiones.
Si estás preparando una carrera de distancia media o larga y tienes programados rodajes de larga distancia o períodos de entrenamiento de alto volumen, es muy recomendable entrenar en una pista de atletismo, en la medida de lo posible (o al menos alternarla con otras superficies menos recomendables).
El mayor inconveniente al correr en una pista de atletismo es que puede resultar algo aburrido, ya que en rodajes largos implica estar dando vueltas y más vueltas. En cualquier caso, nada que no se pueda solucionar entrenando con música o en buena compañía.
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