Si la playa es uno de tus terrenos preferidos para correr debes de tener una serie de aspectos en cuenta para evitar lesiones y hacer más saludable está práctica. Sigue estos consejos para correr en la playa.
- Corre primero por la arena húmeda: es un terreno más estable y nos servirá de calentamiento para después correr por la arena seca, donde el trote se hace más pesado e inestable.
Cuidado con los desniveles: normalmente las playas suelen tener cierto desnivel hacia el mar. Si ese desnivel es mucho puede que forcemos la articulación de la rodilla y tobillo para salvar dicho desnivel y acabemos lesionándonos. Es importante que antes de empezar a correr por la arena fortalezcamos nuestras articulaciones con el trabajo de fuerza.
Precaución al correr descalzo: si no estamos acostumbrados a correr descalzos y nos pasamos en los primeros rodajes podemos hacernos heridas en los pies o lesionarnos a nivel muscular. Para empezar alternemos series cortas con los pies descalzos con series más largas calzados, y así progresivamente podremos ir introduciendo más distancia sin calzado hasta que el pie se acostumbre. Lo más importante en este caso es realizar una buena progresión de correr calzado a correr descalzos.
Y no está de más llevar algún método para hidratarnos, ya que en la playa el sol nos castiga más y nos deshidratamos más fácilmente. Localiza las fuentes de agua que haya cerca de la playa para poder hidratarte de forma rápida, o bien lleva contigo una pequeña mochila de hidratación o camelback.
Imagen | Pixabay
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