El running está de moda y lo sabemos. Sin embargo, desde que cada vez más personas han empezado a participar en carreras y maratones, e incluso, desde que la gente sale a correr (aunque jamás se presenta a una carrera) ha surgido el dilema sobre cómo de rápido debes ser para ser considerado runner. En algunos casos, aquellas personas que corren lento han sido menospreciadas como corredores o han tenido que justificarse.
Sin embargo, la ciencia ha llegado para defender un poco a estos corredores e informarles de que tienen importantes ventajas sobre los corredores rápidos. Una investigación publicada el lunes encuentra que los corredores más lentos se benefician mucho más de todas las estrategias utilizadas (el tipo de zapatillas, una alimentación específica, entrenamientos y estrategias concretas, etc.) para mejorar la economía de carrera - o el consumo máximo de oxígeno - que los corredores rápidos.
Además, encuentran que esto influye en cuánto pueden mejorar los corredores su velocidad. Entre otras cosas, esto se traduciría en que los corredores rápidos tienen más dificultades para conseguir mejorar más su velocidad. Entre otras cosas significaría también que, los corredores de élite se benefician menos de estrategias destinadas a mejorar la economía de carrera (como algunas dietas especiales o zapatillas especializadas) de lo que lo podrían hacer corredores más amateur.
Para llevar a cabo este estudio los investigadores reexaminaron estudios realizados en varias décadas diferentes sobre corredores en cinta de correr. Una de las partes importantes que tuvieron en cuenta fue reevaluar y corregir los resultados de modo que se tuvieran en cuenta la resistencia del aire y la velocidad de captación de oxígeno.
Los resultados encontrados señalan que para las personas que corren a una velocidad por encima de 9 minutos por milla (1,6km aprox) un aumento del 1% en la economía de carrera - debido a las zapatillas que usara, a planes nutricionales o a otras estrategias de entrenamiento - en un maratoniano con un tiempo de 4 horas 30 minutos podría suponer que el corredor fuera un 1,17% más rápido. Esto se traduciría en una reducción del tiempo de carrera de 3 minutos y 7 segundos.
Sin embargo, en el caso de aquellas personas que corren por debajo de los 9 minutos la milla, la misma mejora del 1% en la economía de carrera supone menor mejora en la mejora de tiempo. Por ejemplo, en un maratoniano con tiempos de 2 horas y 3 minutos, solo sería un 0.65% más rápido, lo que solo le ayudaría a reducir 47 segundos de su tiempo.
De ahí podría venir el que a pesar de que Nike le diera a Kipchoge las zapatillas VaporFly en 2017- que prometen una mejora de la economía de carrera del 4% - para que barajara de dos horas en la maratón, sin embargo, no lo consiguiera (sí lo hizo en este 2019, gracias a una preparación diferente de la carrera).
Estos resultados pueden animar a aquellos de nosotros que corremos despacio y creemos que las estrategias de mejora de la economía de carrera, como unas zapatillas especiales, o seguir un plan nutricional adecuado, son única y exclusivamente para corredores de élite y a nosotros no nos van a ayudar. La realidad no es solo que sí van a ayudarnos, sino que lo van a hacer incluso más que a los más rápidos.
Imágenes | Adidas, Unsplash
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