Si hablamos de spinning, seguramente nos suene mucho, e incluso la gran mayoría de nosotros lo realice o lo haya realizado en alguna ocasión. Pero es raro que nos detengamos a saber para qué sirve realmente y qué genera en nuestro cuerpo su práctica.
Para conocer un poco mejor esta actividad, nos vamos a detener en algunos puntos que debemos tener en cuenta acerca del spinning. Sobre todo, es necesario conocer de qué se trata la actividad y saber qué es lo que estamos trabajando con ella verdaderamente.
¿Qué es el spinning?
Antes de nada, es necesario que sepamos de qué se trata el spinning. Es una actividad que se realiza con una bicicleta en la que se desarrollan una serie de rutinas y movimientos a diferentes intensidades.
El spinning se suele realizar por norma general en grupo. Es un deporte indoor, que se realiza con una bicicleta estática anclada al suelo. La bicicleta está provista de diferentes programas de resistencia, para que la pedalada sea más ligera o intensa, dependiendo del nivel que queramos.
Con esta herramienta, lo que haremos será dar pedaladas a un ritmo determinado, con el objetivo de activar la circulación, aumentar las pulsaciones, y conseguir así, que los músculos de las piernas se mantengan trabajando. Al tratarse de una bicicleta, el tren inferior es quien se lleva el mayor protagonismo durante toda la actividad.
Pero no solo el tren inferior trabajará con el spinning, si no que el tren superior también lo hará, ya que los brazos juegan un papel importante al agarrarnos a la bici, y sobre todo, al realizar ejercicios en los que despegamos el trasero del asiento, y recae toda la tensión en los brazos y las piernas.
A la hora de practicar spinning, todos podemos hacerlo, ya que simplemente bastará con adaptar los tiempos y la intensidad de la actividad a las necesidades que tenemos, y a nuestra forma física. Simplemente bastará con saber cuál es nuestro nivel y hasta dónde podemos llegar en cada momento. Aunque, con constancia y dedicación, conseguiremos ir aumentando el tiempo y la intensidad de la actividad.
La gran mayoría de las personas que deciden practicar spinning lo hacen porque es una actividad que activa el metabolismo y nos ayuda a quemar muchas calorías. Pero además, el spinning tiene una serie de beneficios que nos servirán para estar mucho mejor. Aunque antes de nada, es necesario sanber cómo es la mecaníca de la actividad, y qué desencadena en nuestro cuerpo su práctica.
Ante todo, es necesario saber que si realizamos correctamente la actividad, y nos colocamos de la postura adecuada, trabajaremos otros grupos musculares como los brazos, los abdominales y otras zonas, como las pantorrillas, la espalda... Para saberlo un poco mejor, nos vamos a detener en las partes que trabajamos de manera concreta.
Los cuádriceps, los músculos que soportan más al hacer spinning
El cuádriceps es uno de los músculos que más peso soporta en el spinning. Esto es debido a que es el músculo que extiende y encoge la rodilla. Es el motor de la pedalada, y gracias a él es que se produce. Por eso es uno de los motores de la actividad y el que lleva la batuta en todo momento.
El cuádriceps se divide en cuatro partes, el vasto interno, el vasto externo, el clural y el resto anterior femoral. Los cuatro músculos se unen en el tendón rotuliano, que tiene un grosor de unos 2cm y se encuentra en la parte frontal de la rodilla.
Estos músculos hacen que sea posible el movimiento de rodillas y es por ello que debemos cuidar la postura al máximo para evitar lesiones y sobrecargas en esta parte del cuerpo.
Glúteos mayores, o cómo dar potencia a la pedalada
Otros músculos que intervienen en el spinning son los glúteos mayores. Se trata de uno de los músculos más potentes del cuerpo humano. Es el que nos permite la extensión de la cadera.
Por norma general, al realizar una pedalada en spinning, se activan los glúteos a la vez que los cuádriceps para poder realizar el movimiento. Si la cadera está flexionada, es decir, si estamos sentados, la tensión se concentra más en la parte del cuádriceps.
Si por el contrario elevamos la cadera, y separamos el trasero del asiento, la tensión la trasladaremos a la parte de los glúteos. Notaremos que hacemos mucha más presión y podemos aguantar más y acelerar el ritmo de la pedalada, pues la potencia de estos músculos es mayor.
Isquitobiales, una buena manera de mejorar la longitud de pedalada
Otro grupo que se ve involucrado directamente en el spinning son los isquiotibiales. Se encuentran en la parte posterior del muslo. Intervienen de forma indirecta en la pedalada y en la longitud de la misma.
Por ello es importante que los estiremos antes y después de cada sesión de spinning, ya que de ellos dependerá la extensión de la pedalada. Si no están en perfecto estado, corremos riesgo de que no podamos realizar de manera adecuada la actividad.
El Tríceps Susal, un desconocido muy importante
El tríceps sural es otro músculo que se encarga de dar forma a la pantorrilla y es el que nos permite que nos pongamos de puntillas. Este músculo es primordial para propulsarnos en el movimiento hacia arriba de las piernas para andar, correr, y dar pedaladas.
Está formado por dos partes iguales, pero diferenciadas, se trata de los gemelos, y de otro músculo llamado soleo. Ellos son los encargados del movimiento del tobillo y de toda la estabilización de esta parte de las piernas.
Es esencial su correcto funcionamiento para poder realizar la extensión completa de la pierna, y ayudarnos a aumentar la potencia de la pedalada. No olvidemos que la combinación de todos los músculos citados, da como resultado una pedalada firme y concisa, necesaria para poder realizar el spinning de manera adecuada.
Otros músculos que se trabajan con el spinning
Como decíamos al comienzo, las piernas son las que aguantan toda la tensión, pero en segundo plano, el spinning trabaja otros músculos, ya que se trata de una actividad que pone a trabajar a casi todo el cuerpo a la vez con un mismo movimiento.
Los abdominales son otro grupo muscular que se activa al hacer spinning, ya que el core es un estabilizador potente del cuerpo, y al realizar este ejercicio, no solo vamos a usar las piernas, si no que vamos a tener que mantener el equilibrio y con ello lo conseguiremos mediante la tensión de los músculos del abdomen.
No olvidemos que el core unifica la parte superior con la inferior, y que por ello es un punto importante a la hora de trabajar ambas partes. Pero también la parte dorsal, y los músculos que componen esta zona, se verán afectados por el movimiento.
Sobre todo, cuando elevamos el trasero y lo despegamos del asiento, parte de la tensión se traslada a la parte superior. Incluso, existen movimientos de ascenso y descenso del pecho sobre el manillar, que nos permitirán activar aún más los músculos de esta parte del cuerpo.
Por todo ello, el spinning constituye una actividad muy completa a la hora de trabajar y tonificar todos los músculos del cuerpo. Es cierto que la tensión se centra en las piernas, pero podemos realizar posturas y movimientos para incidir en otras partes.
Junto a esto, no olvidemos, que el spinning es una actividad aeróbica completa, que nos ayudará a activar el metabolismo, y conseguir una mayor quema de calorías, aumentando la resistencia y la capacidad pulmonar.
Imágenes | Pexels
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