La semana pasada, con motivo de la presentación del espacio San Miguel R0,0M, de San Miguel 0,0, pudimos entrevistar a Saleta Castro, una de las mejores triatletas del panorama nacional.
La gallega, que a pesar de su corta edad tiene un palmarés envidiable en el que cuenta con un primer puesto en el Ironman de Maastrictch en 2017, nos ha dedicado unos minutos para repasar junto a ella su vida deportiva, cómo ha evolucionado en estos últimos años y cómo el trabajo mental en el triatlón y en el deporte en general es tan importante como el entrenamiento físico.
He estado viendo tu palmarés y comenzaste a competir en duatlón y triatlón siendo aun muy joven, ¿cómo decidiste comenzar a competir en estas disciplinas?
Comencé con 13 años a practicar triatlón y antes venía del salvamento acuático, natación y atletismo; cuando era pequeña practicaba un montón de deportes. Mi primer entrenador fue quien me llevó a mi primer triatlón de distancia sprint con 13 años y me salió bastante bien; gracias a ello entré en el Centro Gallego de Tecnificación Deportiva y ahí ya compaginábamos los estudios con el triatlón.
Durante la pretemporada, que duraba de enero a abril, preparábamos la temporada de duatlón, que nos permitía ir preparando también la de triatlón y no estar tantos meses sin competir. Estuve en el Centro de Tecnificación hasta los 25 años y después me desvinculé.
Tengo que felicitarte porque el hecho de competir en triatlón y, sobre todo, desde tan joven, me parece una proeza...
Bueno, si empiezas desde pequeña siempre es más fácil. A mí me dieron todas las facilidades cuando era pequeña: con 13 o 14 años tenía todas las instalaciones, sitio donde estudiar, la residencia para dormir y para comer... Eso fue lo que me ayudó a salir.
¿Cuánto duran aproximadamente tus preparaciones para un triatlón?
Depende porque pasamos entrenando prácticamente todo el año salvo tres semanas que estamos de descanso entre temporadas. Si voy a participar en un Ironman quizás empiezo seis meses antes a prepararme, pero al terminar el Ironman a lo mejor me toca recuperar y preparar otra prueba que tienes cercana.
Con los años de entrenamiento sigues manteniendo la forma: nos damos entre tres y cuatro semanas de descanso al final de la temporada, pero enseguida tenemos que volver a los entrenamientos y volver a coger ritmo para no perder esa base que llevamos detrás.
Es prácticamente como un trabajo...
Sí, es como un trabajo: lo que pasa es que con el paso del tiempo, si pierdes la condición física es mucho más difícil recuperarte.
¿Y cómo eliges las carreras a las que te vas a presentar para organizar tu calendario?
En los últimos años las carreras iban en función de la clasificación del campeonato del mundo de Hawái: como eran competiciones por puntuación y tenías que acabar entre las 35 primeras del ranking mundial, en función de eso iba eligiendo. Sabiendo que Hawái es en octubre, intentaba clasificarme lo antes posible para llegar al evento en buen estado.
El año pasado, que el objetivo no era estar en Kona (Hawái) sino ganar un Ironman en agosto, volcamos toda la preparación entre mi entrenador y mi equipo en ese objetivo.
¿Cómo fue dar el salto al Ironman desde el triatlón?
Yo fui quemando etapas porque comencé muy jovencita: pasé por todas las categorías y fui campeona de España en todas ellas, hasta llegar a la selección española. En mi último año como sub-23 me di cuenta de que eso no era lo que realmente me hacía feliz, y que mi sueño no era ir a unas olimpiadas, sino al Ironman de Hawái.
Con 23 años me cambié: hice mi primer medio Ironman y lo gané, y eso me dio una gran motivación para querer seguir. Le planteé a mi entrenador ir al Campeonato de España de triatlón de larga distancia (4000 metros nadando, 120 kilómetros en bici y 30 kilómetros corriendo) y, aunque él quería que esperase un poco más para meterme con esas distancias, yo ya lo tenía claro y quería cambiar.
Así que fui a Ibiza, al campeonato de España, y también lo gané. A partir de ahí ya solo quería hacer media distancia: estuve un año haciendo media hasta que en 2012 hice mi primer Ironman en Lanzarote, ya que es un Ironman muy mítico y muy parecido a Hawái por su dureza y por sus condiciones.
Después de Lanzarote ya fui a por Hawái.
¿Cuál es el segmento que más te gusta del triatlón? En la distancia larga lo que más me gusta es la maratón...
Porque además tienes una marca espectacular, de 03:03:45 en maratón, que es una locura
Sí, cuando hacía distancia olímpica era buena nadadora: no era excelente, pero sí que estaba en el grupo fuerte. En bici también era muy fuerte, pero corriendo no era rápida: esto me obligaba a hacer una escapada en bici o a tirar mucho del grupo para conseguir un buen resultado, porque al final las carreras se ganan corriendo.
Tenía muy arraigado desde pequeña que no era buena corredora. Pero hace dos años empecé a correr bien las maratones y me di cuenta de que eso que me llevaban tantos años diciendo es algo que me metieron en la cabeza y realmente no era así, y podía ser igual de buena que las demás.
Empecé a trabajar mi cabeza, a entrenar y a motivarme, a creer que realmente podía, y empecé a hacer marcas que están entre las mejores del mundo, siempre por debajo de 03:10:00, y eso ya me permitió estar luchando por puestos de podium.
¿Crees que fue muy mental ese cambio, más mental que físico?
Sí, fue muy mental, muy psicológico: tuve que creerme que podía llegar a hacerlo. Por eso en las carreras largas lo que más me gusta es la maratón: es lo que más ganas tengo de que llegue porque sé que es un trabajo mental.
En la corta distancia me gusta mucho la bici porque me lo paso muy bien: vas más en grupo, haces más táctica, no estás solo...
¿Cuál ha sido la competición más dura a nivel físico y psicológico?
La competición más dura fue este verano, en julio en el Ironman de Frankfurt. Tenía la clasificación para el Ironman de Hawái a dos minutos y solamente me hacía falta un sexto puesto. Iba haciendo parciales para conseguirlo, pero por culpa de una lesión quedé novena y a dos minutos de conseguir la clasificación después de pasar toda la temporada preparándolo.
Para mí fue un bajón porque soy muy cabezona: físicamente siempre aguanto, pero en este momento el cuerpo dijo "basta" y tuve que parar y reflexionar.
¿Y la competición en la que mejor te lo hayas pasado? ¿Aquella en la que hayas dicho "esto no es una competición, esto es una fiesta"?
Pues aunque el año pasado gané un Ironman y debería haber sido la prueba que más me llenó o la que más disfruté, no lo fue. La mejor prueba para mí fue el año anterior, en 2016, cuando conseguí la clasificación para Hawái, porque quedé segunda de la prueba además batiendo el récord de la maratón.
¿Sigues algún tipo de dieta como la paleo o vegetariana, o alguna alimentación especial?
Ninguna dieta especial. Antes de las pruebas sí que suelo hacer una descarga de hidratos y un par de días antes hago la carga de hidratos y de proteína, pero en el día a día no llevo una dieta estricta. Intento cuidarme y como sano, pero no llevo una dieta estricta porque ya lo he probado y no me funcionó bien.
Llevé una dieta muy estricta y afecta mucho a nivel psicológico, tienes que saber suplementarte muy bien, te hacen falta más sales, corres el riesgo de sufrir más calambres, tienes que prestar más atención a la hidratación... La dieta estricta a mí personalmente no me funcionó. No digo que no haya gente a la que le funcione, claro, pero a mí no me fue bien.
Si tengo unas pautas de dieta saludable, con alimentos sanos y como bien; pero si me tengo que comer un trozo de chocolate porque me apetece, pues me lo como.
¡Muy a favor de eso!
Claro: si sé que después no voy a tener un entrenamiento exigente o una competición, pues voy a poder tomarme un trozo de chocolate o un batido. Pero bueno, va por épocas.
Y, una última pregunta: ¿cuál es tu siguiente objetivo?
Ahora acabo de terminar la temporada y ahora mi objetivo es descansar, me quedan aun un par de semanas de descanso. Acabamos de ganar el campeonato de España de triatlón súper sprint por relevos mixto, que además va a ser deporte olímpico en los próximos Juegos y era la primera vez que se competía en España en esta modalidad.
Así que ahora me toca descansar y comenzar a pensar en los próximos objetivos: queremos volver a intentar Hawái y volver a Kona.
¡Desde Vitónica te deseamos mucha suerte y mucho ánimo para tus próximas competiciones, Saleta!
Imágenes | San Miguel 0,0
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