El ácido fólico es una vitamina que contribuye a prevenir defectos congénitos y malformaciones del tubo neural si se consume en cantidades adecuadas durante el embarazo, por eso, sus necesidades se incrementan durante la gestación y hoy te damos algunos consejos para incrementar el consumo de ácido fólico en esta etapa biológica.
Incorporar al desayuno tomates secos o zumo de naranja recién exprimido que son fuentes de folatos en el mundo vegetal
Añadir a la merienda 1 papaya mediana, 1 aguacate o ¼ taza de germen de trigo que poseen más de 100 microgramos del micronutriente.
Emplear harinas y cereales fortificados con ácido fólico al cocinar.
Utilizar harinas integrales, arroz integral y panes integrales así como otros cereales sin refinar que poseen mayor cantidad de ácido fólico en su composición con respecto a los refinados.
A diario incorporar una porción de carne que posee el micronturiente, sobre todo, si se trata de hígado de pollo o de ternera que puede incluirse al menos dos veces a la semana.
Incorporar vegetales de hojas verdes a la dieta, sólo media taza de espinaca cocida poseen 130 microgramos de ácido fólico.
Añadir legumbres a las comidas habituales, una taza de garbanzos o habas cocidas poseen en promedio 150 mcirogramos de ácido fólico, es decir, una cuarta parte de la recomendación diaria para embarazadas.
En el embarazo, el ácido fólico no debe descuidarse y si bien es aconsejable su suplementación dietaria para prevenir su déficit y las consecuencias sobre la salud del niño en gestación, estos consejos pueden ayudar a cubrir la cuota de 600 microgramos diarios durante el embarazo.
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