Abrazar a nuestros seres queridos es, para muchos de nosotros, uno de los mejores actos del día. Un abrazo puede mejorar un mal día, puede ofrecer seguridad, comfort y tranquilidad. Un abrazo es señal de intimidad, pero también puede llevar a crearla. Los abrazos son, a todas luces, una de las mejores cosas de la vida. Sin embargo, no solo hacen sentir bien, sino que algunas investigaciones sugieren que también sienta bien y es bueno para nuestra salud.
Los efectos que los abrazos tienen en nuestra salud y bienestar se han estudiado numerosas veces. Lo que se ha encontrado es que su efecto en nuestra salud suele estar mediado por la liberación de hormonas que el bienestar de los abrazos nos generan. Así, por ejemplo, en la Universidad de Miami ha publicado a lo largo de los años numerosos estudios que relacionan el contacto humano, los abrazos, y el uso de masajes para reducir la hormona del estrés o cortisol.
La reducción de esta hormona nos ayuda a sentirnos mejor, a reducir nuestros niveles de estrés y, por tanto, a reducir los riesgos de padecer enfermedades asociadas al estrés. Pero estas no son todas la ventajas de los abrazos, y es que otra investigación encontró que en las mujeres que recibían más abrazos por parte de sus parejas se encontraba una correlación con una presión arterial más baja.
Esta investigación se llevo a cabo en mujeres premenopaúsicas y, aunque la muestra es pequeña (59 participantes) los resultados son consistentes con otras investigaciones que sugieren la relación entre abrazos y bienestar. Así, estos investigadores encontraron que las mujeres que eran más frecuentemente abrazadas por sus maridos presentaban niveles de oxitocina más altos y una presión arterial más baja, además de uno menor ritmo cardíaco. Esto esta directamente relacionado con el riesgo de padecer enfermedades del corazón.
Otra de las ventajas que tienen los abrazos es que pueden influir en nuestro sistema inmune, sirviéndonos de protección. Algo que sabemos es que el estrés puede perjudicar a nuestra sistema inmune, volviéndonos más vulnerables a enfermedades que pueden aparecer cuando nuestras defensas están en horas bajas. Investigaciones al respecto han encontrado que abrazar puede protegernos ante esos efectos del estrés.
Una investigación con 404 participantes, encontró que recibir abrazos frecuentes puede protegernos contra la debilidad de nuestro sistema inmune a causa del estrés. Una de las cosas importantes a tener en cuenta, eso sí, es que el efecto beneficioso de los abrazos se da cuando existe confianza entre las personas que se abrazan y cuando ambas personas dan su consentimiento. En caso contrario, los abrazos podrían generar más estrés y perder su efecto beneficioso.
Imágenes | Winnie de Pooh, Friends
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