El ritmo de vida actual hace que nos mantengamos en constante alerta diariamente. El trabajo, las prisas, el deporte… todo puede generar en nosotros una situación de estrés que acabará repercutiendo en nuestra salud.
El estrés puede provocar en nosotros varios trastornos físicos como aumento de peso, caída del cabello, desórdenes cardiacos… Es importante que mantengamos el estrés a rajatabla, y una forma de conseguirlo es a través de la alimentación. La hora de la comida debe ser un buen momento para relajarnos. Es importante comer de forma tranquila, sentados y desconectando de la rutina. Esto, junto a los alimentos que ayudarán a controlar los nervios puede ser la forma de mantener el estrés alejado de nuestras vidas.
Una alimentación correcta es fundamental para contrarrestar los efectos que el estrés puede causar en nuestro organismo. Es importante que tengamos en cuenta que debemos empezar por la alimentación para encontrarnos relajados. Debemos reforzar el organismo mediante la ingesta de alimentos ricos en vitaminas.
La vitamina B5 es un aliado perfecto para la formación de hormonas y anticuerpos que protegen al organismo de los ataques que podemos recibir del exterior. La vitamina C es otro aliado perfecto para reforzar las defensas, y es que el estrés debilita nuestro organismo aumentando el riesgo de afecciones. Pero también la vitamina C es uno de los antioxidantes más potentes que existe siendo una fuente de protección importante de las células del organismo.
El estrés puede derivar en dolores y molestias musculares, para evitarlo tenemos que ingerir alimentos ricos en vitamina B6 como los cereales integrales o los frutos secos que nos ayudarán a asimilar mucho mejor las proteínas, las grasas y los hidratos de carbono, aumentando los niveles de glucógeno del organismo y evitando de esta manera la falta de alimento en los músculos y la fatiga.
El aporte mineral es primordial para mantener el cuerpo a tono para afrontar el estrés. El potasio, el zinc y el magnesio son tres minerales imprescindibles para la formación de hormonas como la insulina, aldosterona… Éstas tienen un papel importante en el funcionamiento muscular y nervioso del organismo, siendo las que regulan en la mayoría de los casos la predisposición que tenemos a sufrir estrés o a poder llevarlo mucho mejor.
Imagen | Flickr/ autor monkeyc.net
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