La respiración es una parte importante a tener en cuenta a la hora de realizar ejercicio aeróbico. Cuando hacemos ejercicio nuestro cuerpo aumenta su velocidad y por ello las demandas de oxígeno son mayores. Este motivo es el que hace que nuestra respiración se acelere, un proceso que debemos controlar para conseguir los mejores resultados a la hora de rendir al máximo y lograr un perfecto desarrollo de la actividad que estamos llevando a cabo. Por ello en este post vamos a dar algunas pautas para respirar correctamente.
En infinidad de ocasiones hemos comentado que la energía necesaria para realizar una actividad física se obtiene de la quema de oxígeno. Por este motivo la respiración es más importante de lo que pensamos, ya que realizarla correctamente nos ayudará a conseguir optimizar nuestra energía y aguantar mucho más a la hora de realizar cualquier ejercicio. Por ello es importante no dejar al azar este proceso respiratorio, sino controlarlo en todo momento para conseguir los mejores resultados.
Postura adecuada para respirar
En primer lugar debemos ser conscientes del proceso que se desarrolla en nuestro cuerpo cuando respiramos haciendo deporte. Estando en reposo la respiración es un acto automático que en ningún momento controlamos y del que no somos conscientes, pero al hacer deporte la cosa cambia, ya que la capacidad torácica aumenta para recibir más cantidad de aire. El diafragma debe abrirse para recibir más aire, y por ello nosotros podemos propiciar esta acción manteniendo contraídos los abdominales mientras estamos realizando la actividad, y así obligar a la parte superior del pecho a abrirse.
La postura que mantengamos al practicar ejercicio es esencial si queremos optimizar la recepción de oxígeno, ya que es importante que mantengamos elevada la parte del pectoral para facilitar la entrada de oxígenos al inspirar el aire. Además, esta postura facilitará también la expulsión del dióxido de carbono del cuerpo. Es necesario que controlemos esto en todo momento y no adquiramos vicios como encorvar la espalda hacia adentro o dejar la zona abdominal demasiado relajada, ya que la recepción de oxígeno no será igual de efectiva.
Inspiración y espiración
Otro punto que debemos tener presente es la manera en la que tenemos que recibir el oxígeno, ya que es fundamental saber cómo debemos inspirar y espirar el oxígeno de nuestro cuerpo, ya que de este modo, y manteniendo la postura antes citada, lograremos un rendimiento máximo y la máxima oxigenación del cuerpo. El proceso de inspiración es muy importante, ya que es el momento en el que recibimos el oxígeno de la calle. Este proceso se debe hacer por la nariz, mientras que la espiración se desarrollará por la boca, que nos permitirá eliminar más rápidamente el aire del cuerpo.
Esta es la situación ideal, pero debemos tener presente que cuando la actividad física es elevada y la demanda de oxígeno se dispara es necesario que inspiremos oxígeno también por la boca, ya que las fosas nasales no son suficiente para recibir el torrente necesario. A pesar de todo es mejor siempre respirar por la nariz, ya que la boca no calienta el aire ni lo limpia de impurezas, corriendo un riesgo mayor de irritar la garganta y contraer una infección respiratoria.
Es importante que tengamos esto en cuenta a la hora de hacer ejercicio aeróbico, ya que la respiración es un paso importante que debemos controlar en todo momento y que no podemos descuidar, ya que de ello dependerán los resultados que vayamos a obtener.
Imagen | mzacha