En infinidad de ocasiones hemos hablado de lo importante que es para el organismo mantener unos correctos niveles de testosterona. En este post no nos vamos a detener en cómo conseguirla, ya que lo que vamos a hacer es centrarnos en algunos agentes o circunstancias que hacen que la testosterona disminuya y por lo tanto los niveles de la misma en el organismo peligren sin darnos cuenta.
Ante todo hay que tener presente que la testosterona es necesaria para el correcto funcionamiento del organismo, ya que tiene una vinculación directa a la correcta formación muscular, ósea, apetito sexual… Desde luego que para el hombre se trata de una hormona esencial, y la cosa va más allá, ya que puede ayudarnos a prevenir el cáncer de próstata, la aparición de determinadas enfermedades coronarias...
El exceso de grasa abdominal
Por ello es necesario evitar aquellos inhibidores de su producción. En primer lugar vamos a detenernos en la grasa abdominal o la conocida como barriga masculina. Es muy habitual que a medida que pasan los años la barriga aumente y con ella disminuya la producción de testosterona. Por ello es necesario mantener los abdominales a raya, libres de grasa, pues de este modo conseguiremos que el organismo funcione mucho mejor. Para ello es aconsejable mantener una dieta equilibrada y sana y la práctica de deporte para estar en plena forma.
No entrenar los músculos
Otro punto a tener en cuenta a la hora de evitar que el organismo deje de producir testosterona es recomendable el entrenamiento muscular, es decir, practicar fitness. Hay que tener en cuenta que el levantamiento de peso hace que nuestros músculos crezcan, y con ello la producción de testosterona por parte del organismo. Además de vernos mucho más tonificados y mejor, también conseguiremos una mayor producción de esta hormona fundamental.
No ingerir grasas frena la producción de testosterona
Llevar una dieta equilibrada para muchas personas pasa por eliminar la grasa de la alimentación, pero nada más lejos de la realidad, ya que el organismo necesita las grasas para funcionar correctamente, sobre todo las monoinsaturadas o los ácidos grasos esenciales como el omega-3, entre otros. Sobre todo si hablamos de testosterona las grasas son esenciales, y por ello debemos incluir en la dieta pescados azules, aceites de oliva, frutos secos…
Exceso de alcohol y estrés
Otros factores que frenan la producción de testosterona por parte del organismo son el exceso de alcohol y el estrés. Ambos influyen directamente en la secreción de las hormonas por parte del organismo, entre las que se encuentra la testosterona. En el caso del alcohol es recomendable eliminarlo de la dieta. El estrés en cambio es mejor canalizarlo a través de actividades como el deporte y demás vías de escape que nos permitan relajarnos y estar mejor con nosotros mismos para así conseguir una vida más sana.
Imagen | Istock
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