Aplicaciones y gadgets para monitorizar el ejercicio: ¿realmente funcionan o son un peligro?

Solo hay que echar un vistazo a la oferta para comprobar que es abrumadora: existen decenas de aplicaciones para el móvil, así como gadgets específicos, que monitorizan nuestra actividad física diaria y nos establecen objetivos a alcanzar.

Uno de los más conocidos es el de caminar 10.000 pasos al día. La cifra no es casual: está basada en un estudio realizado en los años 60 en Japón que señalaba que quemar un total de 2000 calorías a la semana a través de la actividad física suponía un beneficio para la salud en hombres de mediana edad. De ahí el cálculo de los 10.000 pasos diarios (podéis encontrar más información sobre este objetivo aquí).

El mismo objetivo para todos

Con la popularización de estos dispositivos y sus objetivos, varios científicos han expresado su preocupación. ¿Podrían estos gadgets y aplicaciones causar más daño que beneficio?

Uno de los que se ha hecho esta pregunta es Greg Hager, profesor de ciencias de la computación en la Universidad Johns Hopkins. Hager defiende que no hay una evidencia científica que sostenga las recomendaciones de la mayoría de estas aplicaciones, y que no es sensato pensar que una sola recomendación pueda aplicarse de forma generalizada a todos los usuarios.

"Hay un número increíblemente alto de apps ahí fuera que son descargadas por gente que puede entender, o no, lo que le están diciendo o en qué contexto lo están haciendo", decía Hager. "Hasta que no tengas apps basadas en la evidencia, esto puede crear y ampliar el problema. Imagínate que todo el mundo se crea que debe dar 10.000 pasos al día, pero que algunos no sean capaces físicamente de hacerlo, podrían terminar causándose más daño que beneficio".

Las apps no son suficientes por sí solas

Otros científicos en cambio no están de acuerdo con esta preocupación. Un estudio de la Universidad de Pittbusbug determinó hace unos meses que de hecho las apps y gadgets que monitorizan la actividad física no ayudan a perder peso por sí mismas. No se puede confiar en ellas como un remedio mágico que nos hará perder peso por sí solo.

Pero el mismo director del estudio, John Jakicic, considera que sí hay un lugar para esta tecnología dentro del impulso de mejores hábitos. Otros partidarios apuntan en el mismo sentido, y recuerdan que todo es de ayuda si mantenemos el sentido común y no nos dejamos esclavizar por estas apps: que la tecnología trabaje para ti y no al contrario.

Las 'apps' no llegan a quienes más las aprovecharían

De hecho, otra parte interesante en este debate es quién utiliza estos dispositivos y si están llegando realmente a quien mejor podría aprovecharlos. Varios estudios se han hecho esta pregunta: ¿quién utiliza las apps para monitorizar el ejercicio y la salud?

Aunque a día de hoy muchas están al alcance de prácticamente cualquiera con un smartphone, la respuesta habitual es que quieres las descargan y utilizan son generalmente usuarios jóvenes, con buena salud y tienen mayores ingresos. Sigue habiendo una brecha tecnológica que impide que quienes más podrían aprovecharlas (personas mayores o con algún problema de salud, con menos información sobre salud a su alcance, con más margen de mejora en sus hábitos...) lleguen a utilizarlas.

Todo esto se resume en que si bien las aplicaciones que monitorizan el ejercicio pueden servir de motivación para movernos más, hay que tomarse sus objetivos con cautela si no han sido específicamente diseñados para nosotros por un especialista, y que bien entendidas y utilizadas pueden ser de ayuda para personas con poca información sobre salud y ejercicio para llevar unos hábitos de vida más sanos.

Imágenes | iStock
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