Con el inicio del nuevo curso escolar la vida de los padres se llena de preocupaciones: cómo conseguir que los niños coman de manera más saludable, a qué extra escolares apuntarlos y, uno de los clásicos de cada año, el peso de las mochilas. Y es que todos los que hemos llevado mochila a clase recordamos lo mucho que podía llegar a pesar.
Es lógico, por lo tanto, que los padres se preocupen por la cantidad de peso que sus hijos cargan en su espalda cada día, sobre todo si esto acaba provocando dolores de espalda. Por ello, vamos a intentar esclarecer cómo afecta el peso de las mochilas a la espalda de los más pequeños y qué podemos hacer para prevenir la aparición de este dolor.
Mochilas pesadas y dolores de espalda
La realidad es que, igual que en el caso de los adultos, los dolores de espalda no suelen estar provocados por una sola causa, sino que tienden a tener causas multidimensionales en las que pueden estar afectando otras situaciones como las malas posturas, el sedentarismo o el desacondicionamiento físico que pueden estar afectando e influyendo en la capacidad de nuestros niños de tolerar tareas habituales como la de llevar la mochila.
En cualquier caso, debemos saber que aunque nuestros hijos presenten dolores de espalda posiblemente causados por la mochila, lo más probable es que estos dolores no sean graves, resulten de corta duración y no provoquen ningún otro problema serio o grave en la espalda de los menores.
Cómo afecta el peso de las mochilas
Sabiendo esto, sí que es verdad que no resulta agradable sufrir de dolores por culpa de una mochila demasiado pesada o mal puesta. Una de las cosas que se ha comprobado es que, como resulta lógico, cuánto más pesada es la mochila más dolores lumbares presentaban los niños.
El peso excesivo puede provocar también dolor en los hombros y en el cuello, además de generar tensión en los músculos y las articulaciones. A esto se le añade otra de las preocupaciones de los padres: cuando los pequeños llevan la mochila mal colocada, colgando demasiado o utilizando tan solo una de las asas de la misma. Esto puede provocar que el niño doble su cadera hacia adelante para compensar el peso, lo que arqueará la espalda.
Cómo prevenir el dolor de espalda causado por el peso de la mochila
Muchos padres han optado por comprar a sus hijos mochilas de ruedas para evitar que tengan que cargar en su espalda con tanto peso. Sin embargo, esta no parece ser la solución más adecuada ya que este tipo de mochila puede generar una rotación del tronco que tampoco es demasiado recomendable. Sin embargo, con las mochilas habituales sí que hay una serie de pasos que podemos llevar a cabo.
Hacer ejercicio físico: una de las causas principales de los dolores de espalda y de que los niños aguanten peor el peso de las mochilas es que no tienen un tono muscular adecuado además del sedentarismo. Hacer ejercicio les ayudará a reforzar su espalda y los músculos de esta, de manera que estén protegidos de dolores.
Controlar el peso de la mochila: la recomendación general es que la mochila no pese más del 10% del peso del niño. Para evitar un peso excesivo es recomendable que los niños lleven a diario tan solo lo que van a necesitar ese día. De ser posible también es recomendable que dejen el material habitual en el colegio, de manera que no carguen a diario ida y vuelta con este.
Colocar bien la mochila: la correcta colocación de la mochila es esencial, aunque a los niños pueda no parecérselo. Se deben colocar bien las dos asas en los hombros y procurar que la mochila quede colocada unos 5cm por encima de la cintura.
Cargar poco tiempo con la mochila: no solo es importante cuánto peso cargan en sus mochilas, sino cuánto tiempo las llevan. En general no suele haber problemas, pero es recomendable que no lleven la mochila cargando más de 15 minutos seguidos.
Distribuir bien el peso: dentro de la mochila el material tiene que ir bien colocado, de manera que los libros más grandes y pesados queden lo más cerca de la espalda posible, en vez de tirando de la mochila hacía adelante.
Vigilar la postura: tan importante - o más - como la carga de la mochila lo es la postura que mantienen nuestros niños a lo largo del día. Las malas posturas al sentarse en los pupitres, o en casa frente al ordenador, son un factor de riesgo para los dolores y problemas de espalda. Por ello, debemos enseñarles a sentarse de manera adecuada, con la espalda recta y apoyada en el respaldo y los antebrazos bien apoyados.
Imágenes | Unsplash, Pixabay
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