Así cambia tu cuerpo durante el embarazo, trimestre a trimestre

Puesto que es algo que ocurre con frecuencia y naturalidad, solemos pensar en el embarazo como en una etapa más, algo normal en la vida de las mujeres, y pasamos por alto que de hecho el proceso por el que se da forma a otro ser humano no solamente es fascinante, sino que también supone una enorme transformación del cuerpo de la mujer embarazada, que pasa a desarrollar, nutrir y después expulsar a una nueva persona.

Esos cambios van ocurriendo poco a poco a medida que el embarazo se desarrolla. Esto es lo que puedes esperar en cada trimestre.

Primer trimestre

El primer trimestre de un embarazo, sobre todo si es el primero, puede ser emocionante y a la vez dar un poco de miedo: el cuerpo pasa por muchos cambios muy deprisa, algunos incluso antes de que la embarazada sepa que lo está. Por eso es bueno saber qué puedes esperar de estas semanas.

No tendrás el periodo

La ausencia de la regla es una de las señales más claras de que estás embarazada. Eso ocurre porque la menstruación es la expulsión de la capa endometrial con la que el útero se recubre cada mes aproximadamente en previsión de un embarazo. Cuando el embarazo se produce, la capa no es expulsada y por tanto no te bajará la regla (aunque sí puedan producirse otro tipo de sangrados).

Puede que estés más cansada

Un sentimiento de cansancio extremo es otro síntoma común en los primeros meses del embarazo, ya que tu cuerpo estará trabajando duro para justarse a los nuevos cambios físicos. Puede que necesites dormir más por las noches, y si puedes, aprovecha para echar alguna siesta corta durante el día. Normalmente los niveles de energía se recuperan a partir del segundo trimestre.

Las famosas náuseas

Las náuseas mañaneras, con mareos y ganas de vomitar, están producidas por las hormonas propias del embarazo y aunque no todas las mujeres las padecen, son muy comunes también durante el primer trimestre.

Aunque se asocian con el momento de despertar, de hecho pueden ocurrir en cualquier momento del día y pueden estar provocadas por algunos alimentos y olores, y ser más intensas cuando la mujer tiene el estómago vacío. Habitualmente desaparecen en el segundo trimestre.

Más ganas de orinar

Hacia el final del primer trimestre notarás que tus ganas de orinar son más frecuentes que antes. Esto se debe a que, al crecer el útero presiona la vejiga, que tiene menos capacidad y por tanto te urge antes a vaciarla. Puede que incluso experimentes algunas pérdidas al toser o estornudar.

Acidez de estómago

Los músculos que procesan los alimentos están más relajados durante el embarazo, y las hormonas también contribuyen a ralentizar el proceso. Como resultado, los alimentos pasan más tiempo en tu estómago, por un lado ayudándote a absorber mejor sus nutrientes, y por otro empeorando o produciendo acidez de estómago.

Estreñimiento

Como parte del seguimiento del embarazo, se receta a las embarazadas suplementos de hierro que pueden causar estreñimiento. Además, la ralentización de la digestión también puede tener ese efecto, además de flatulencias y sensación de hinchazón. Para evitarlo, asegúrate de beber suficiente agua y de hacer ejercicio moderado con regularidad. Si la situación se agrava, coméntalo con tu médico.

Cambios en la piel

Se suele decir que las embarazadas tienen un brillo especial, que su piel está más rosada y bonita. Esto es a causa de un aumento en la circulación sanguínea. Por otro lado, las hormonas del embarazo puede aumentar la producción de grasa de la piel y causar acné.

Dolor y sensibilidad en los pechos

Muchas mujeres notan cambios en los pechos desde el principio, porque las hormonas tienen que empezar a prepararte para el momento de amamantar. Puedes notar los pechos más sensibles, doloridos e hinchados, y percibir pequeños bultos alrededor de la zona de los pezones. Tus pechos seguirán creciendo y cambiando durante todo el embarazo, y los notarás más grandes hacia el final.

Cambios en la zona vaginal

El fluido vaginal cambiará, así como la entrada a la vagina, que se puede volver más cerrada y menos sensible. También puedes sufrir ligeros sangrados que en principio son normales, pero que deberías siempre comentar con tu médico por si fuese señal de alguna complicación.

Comenzará a crecerte la barriga

A medida que el feto y tu útero se van expandiendo, es probable que tu cintura comience a desaparecer, aunque dependiendo de cada mujer esto puede no notarse mucho hasta el segundo trimestre de embarazo. Es normal que algunas personas no cojan apenas peso durante el primer trimestre.

Alteraciones emocionales

Durante el embarazo estás sobrecargada de hormonas, así que es normal que te encuentres de pronto de mal humor, que olvides cosas o que te cueste concentrarte. La ansiedad y el estrés puede empeorar estos síntomas.

Segundo trimestre

El cuerpo sigue cambiando en este periodo que va de la semana 13 a la 26. En este momento el bebé crece cada día y es cuando la barriga de la embarazada empieza a hacerlo también y de forma muy visible.

La mayoría de las mujeres que no se encuentran muy bien en el primer trimestre, mejoran en el segundo. Las náuseas se atenúan, tienen más energía y hay menos cambios de humor gracias a que las hormonas se van equilibrando.

Es una época en la que se coge peso mucho más rápido que en las semanas anteriores.

Tus pechos seguirán creciendo

Como decíamos, tus pechos seguirán creciendo en los meses siguientes, aunque quizá ya no los notes tan sensibles. La causa del crecimiento es que las glándulas mamarias se agrandan y se crean depósitos de grasa. Todo esto te va preparando para el momento de la lactancia.

Puede que la piel de tus pezones y alrededor se oscurezca, y que te salgan pequeños bultitos en la zona: son glándulas sebáceas que impedirán que se te reseque la piel. También puedes empezar a segregar un líquido amarillento llamado calostro.

Aparecerán las estrías

A medida que algunas partes de tu cuerpo se agrandan, la piel que las recubren se estira y algunas fibras elásticas de la piel se rompen, lo que crea unas marcas características en la piel llamadas estrías. Lo más normal es que aparezcan en la barriga y el pecho. Aunque no suponen un problema de salud, pueden serlo de estética. No hay forma de evitarlas completamente, más allá de intentar no ganar más peso del recomendable durante el embarazo y mantener la piel bien hidratada.

Quizá te duelan las piernas

Algunas embarazadas padecen calambres en las piernas, especialmente mientras duermen, durante el segundo trimestre. Pueden deberse a la presión que el bebé ejerce sobre los nervios y vasos sanguíneos de las piernas, así que intenta asegurarte de que duermes de lado y no boca arriba.

Otros problemas pueden ser más serios, como la trombosis venosa profunda, pueden ser más serios. Se trata de un trombo formado en una vena que puede producir dolor e hinchazón en una pierna. Si sufres estos síntomas, acude inmediatamente al médico.

Hinchazón

Tus tobillos, manos y cara pueden hincharse durante el segundo trimestre. Esto ocurre porque el cuerpo retiene más líquidos para el bebé, y porque tu circulación sanguínea es más lenta.

Dolores de espalda, pelvis y cadera

Sostener el peso de tu barriga creciente supone un trabajo extra sobre tu espalda. En cuanto a la cadera y la pelvis, pueden empezar a dolerte a medida que los ligamentos que mantienen los huesos en su sitio comienzan a aflojarse, preparándose para el momento del parto.

Puede que se te muevan los dientes

Las hormonas del embarazo pueden afectar también a los ligamentos y huesos de la boca, así que puedes notar de pronto que se te mueven los dientes. Deberían volver a la normalidad tras el embarazo, pero ponte en contacto con tu dentista si no es así o si las encías te sangran o te duelen.

Hemorragias nasales

Al aumentar el riego sanguíneo, es normal que sufras hemorragias nasales o que te sangren las encías con cualquier roce.

Infecciones de orina

En el segundo trimestre, las hormonas pueden ralentizar el flujo de orina y debido al crecimiento del útero, puede ocurrir que la vejiga no se vacíe completamente al orinar. Esto favorece que aparezcan infecciones de orina.

Una infección de orina sin tratar puede conducir a un parto prematuro, así que consulta a tu médico si sufres síntomas como la necesidad de orinar muy a menudo, pero luego no expulsas apenas orinas, si sientes escozor al orinar o si presentas sangre en la orina.

Contracciones de Braxton Hicks

También llamadas falso parto. Se trata de contracciones de los músculos uterinos, y es una de las formas en las que el útero se prepara para el parto. Hacen que la barriga se endurezca y apriete, y pueden causar cierta incomodidad. Normalmente son irregulares y desaparecen en unos pocos minutos, pero acude al médico si no lo hacen, si se vuelven regulares o si son dolorosas.

Tercer trimestre

El tercer trimestre será el más incómodo: a medida que el bebé va creciendo, la madre se siente más pesada y cansada. Cosas cotidianas como salir de la cama, ponerse de pie o atarse los zapatos, pueden requerir un esfuerzo extra.

Puedes volver a sentirte cansada, y dormir quizá sea más difícil. También pueden volver los cambios de ánimo del primer trimestre, atribuibles a las hormonas que preparan para el parto.

Problemas para dormir

A medida que el bebé gana tamaño y peso, puede que te cueste más dormir porque la posición de estar tumbada se te haga más incómoda. Intenta dormir de lado y colócate una almohada entre las rodillas si te ayuda. Dormir boca arriba no solo puede ser incómodo, sino que el peso puede bloquear algunos vasos sanguíneos y nervios, dificultando la circulación y causándote calambres.

Otros problemas que en esta etapa se intensifican, como el ardor de estómago, las ganas frecuentes de orinar o los movimientos del bebé pueden interferir con tu sueño.

Varices

Pueden aparecer líneas venosas azules en tus piernas, que a veces estarán hinchadas y pueden ser molestas. Se debe al incremento del flujo sanguíneo y al aumento de peso.

Hemorroides

Son el equivalente a las varices pero en el recto. Pueden causar dolor, picor e incluso sangrar al defecar. Consulta a tu médico para que te dé posibles soluciones.

Hinchazón general

Una circulación sanguínea más lenta y la retención de líquidos son las culpables de que se te hinchen las piernas, los tobillos, los pies, las manos y la cara. Si la hinchazón es extrema, especialmente si además sufres dolor de cabeza, visión borrosa, mareos y dolor en el vientre, llama a tu médico porque pueden ser signos de preclampsia, una patología peligrosa para la salud del bebé y de la madre.

Cosquilleos o miembros dormidos

La hinchazón de tu cuerpo puede presionar terminaciones nerviosas haciendo que sientas cosquilleos y que se te duerman los pies, las piernas o las manos. La piel de tu barriga puede parecer insensible debido al estiramiento.

Falta de aliento

A medida que el útero crece, los demás órganos deben dejarle sitio. Eso quiere decir, entre otras cosas, que tus pulmones tienen menos espacio y que te cuesta respirar con normalidad.

Cambios corporales debido al peso y la cercanía del parto

Tus pechos habrán seguido creciendo y puede que secreten calostro a menudo. Pueden dolerte la espalda, las caderas y la pelvis debido al creciente peso del bebé y también debido a que se están preparando para el momento del parto.

Menos movimiento fetal

A medida que el bebé crece, se va quedando sin espacio para moverse dentro del útero, así que puede que notes menos jaleo ahí dentro, aunque probablemente sigas sintiendo sus patadas, ya que tratará de hacerse hueco.

Imágenes | Unsplash
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