Mucha gente aprovecha un día a la semana para echar un partidito con los amigos, ya sea de fútbol, voley, baloncesto o similar. Juntarse para hacer un rato de deporte es perfecto, pero si lo complementamos con trabajo aeróbico además tendremos una mejora de nuestra salud, sobre todo a nivel cardiovascular.
En los deportes colectivos como el fútbol se realiza un trabajo interválico, es decir, se van alternando períodos de más y menos intensidad, algo que en parte castiga al cuerpo, sobre todo si no estamos acostumbrados a hacer deporte de manera frecuente, por eso combinar este tipo de deporte con un par de días de trabajo aeróbico semanal será perfecto para mejorar el rendimiento, ganar en salud y evitar lesiones.
Si ganamos una buena base aeróbica, el día de los partidos nos sentiremos menos cansados, podremos rendir más y al acabar no tendremos esa senación de estar tan cansados. Nuestras articulaciones y músculos también nos lo agradecerán, evitando que un día a la semana los machaquemos con un trabajo tan intenso.
Podemos empezar haciendo trabajo aeróbico dos días separados a la semana: bici, nadar o correr, unos 30 minutos a ritmo muy suave. Cada semana podemos aumentar 5 minutos el tiempo o alternar carrera+andar si nuestra forma física es baja. Lo importante es ir mejorando poco a poco esa base aeróbica que no tenemos y que nos lastra tanto a la hora de jugar a deportes colectivos.
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