Cómo crear un hábito con estos pasos y que forme parte de ti

Nos regimos por unas conductas y unas acciones que realizamos de forma inconsciente, llamados hábitos. Tenemos el hábito de tomar café por la mañana, de ducharnos por la noche, de ir a entrenar o otras actividades que tu cerebro ya las ha identificado como parte de ti.

Lo hábitos se comportan de la siguiente mantera, tu tienes una conducta y tienes una repetición, y así constantemente, y llega un punto en el que pasas un umbral en el que el habito se instaura. La pura repetición hace que el habito se instaura y forma parte de ti.

El problema surge que para crear un hábito se necesita una constancia y repetición durante un tiempo determinado para que vuelva automático, lo que a muchos de nosotros nos cuesta mucho. Por ello, te vamos a dar unos pasos para que consigas que un hábito forme parte de ti.

Los hábitos tienen que ser obvios

Si queremos que algo se haga un hábito, que se haga nuestro, tiene que ser obvio. Es decir, tiene que ser muy fácilmente identificable por nosotros. Por ejemplo, si no quieres saltarte nunca un entrenamiento, la ideal sería plantear siempre ese entrenamiento, planeando una hora, un lugar, el entorno social. Hay que crearlo, que se haga realidad y que sea muy evidente que lo tenemos que hacer.

El apalancamiento de hábitos es una herramienta increíble

Hay una herramienta realmente increíble que es el apalancamiento de hábitos, que es muy buena para automatizar una rutina. Tu tienes un hábito principal que es el de desayunar, lo bueno es que cuando ya has generado un habito principal, se han generado las condiciones neuronales para que forme parte de ti y que sea muy fácil llevarlo a cabo.

Lo has repetido tantas veces que se ha vuelto como algo normal, pero para ello es importante que nunca pierdas un habito más de dos días, hay que intentar mantener la repetición durante un tiempo determinado hasta que forme parte de ti.

Antes de hacer el hábito principal que ya tengo instaurado, aprovecho este hábito principal y me apalanco de él para generar una conducta adicional. Por ejemplo, imagínate que hay algo que hago todos los días, de forma inamovible que es leer, mínimo un libro al día, obligatorio.

Si yo no tuviera el hábito de entrenar, me apalancaría del hábito que ya tengo. Lo que haría es generar una conducta en la cual no empiezo la lectura si primero no entreno, que es el condicionante. También puedo usar el apalancamiento para usar un hábito posterior, por ejemplo, después de leer voy a meditar. En resumen, si uso este apalancamiento para generar un hábito posterior y uno anterior, es muy fácil crear hábitos sostenibles.

El hábito tiene que ser atractivo para ti

Esta parte es muy importante, ya que si a ti te gusta hacer algo, ese algo es más fácil que se vuelva un hábito. Pongamos otro ejemplo, si a ti te gusta mucho quedar con tus amigos, puedes usar aquello que te gusta, como es tu entorno social, para quedar con tus amigos e ir al gimnasio, convirtiéndolo en atractivo, haciendo que sea más fácil que forme parte de ti

Trata que el hábito te haga fluir y que sea fácil de hacer

Las personas nos comportamos en un flujo en el cual existen tareas muy fáciles que conllevan desmotivación, tareas que son tan complejas que prácticamente te desmotivas de lo difícil que son y tareas que son un punto intermedio entre las dos anteriores, que te producen motivación y entres en estado de flow.

Por ello, es importante que empieces con algo muy fácil pero con el suficiente grado de progresión y complejidad como para que sientes que merece la pena. Como por ejemplo, empezar un ejercicio más complejo tan solo dos minutos al día, que son pocos minuto pero no te agotará ni te frustrará, poco a poco, vas a poder hacer más minutos al día y eso te motivará.

El hábito tiene que tener una recompensa medible

Esto es algo realmente importante ya que si quieres instaurar un hábito y una conducta, a parte de todo lo que hemos dicho anteriormente, hace falta una recompensa medible.

Como recomendación, para sentir esta recompensa, es tener un diario de entrenamiento, donde apuntes todo lo que has realizado, de cómo te has sentido, las repeticiones que has hecho, el peso y de esta forma, cuando lo leas días más adelante, vas a ver que has progresado, y esto te va a sentir muy bien contigo mismo, reforzando toda la conducta, dándote más ganar de seguir progresando.

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