Echemos unas cuentas rápidas. Si eres de celebrar todas las festividades que se incluyen en el periodo navideño, tienes en total cinco días de fiesta: Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes. Seis, si la víspera de Reyes también la celebras.
Seis días no son tantos, ¿no? Especialmente si lo comparamos con otras cuentas, las cuentas generosas: desde la mañana del sorteo de la Lotería hasta el día 7 de enero, por no terminar traumáticamente el mismo día de Reyes, van 17 días.
Parece obvio pensar que no es lo mismo seis días de excesos que 17, ¿no? Pues si lo ves tan claro, replantéate la estrategia de tus vacaciones en lo que se refiere a saltarte tus buenos hábitos y piensa que si bien es más difícil, no es imposible organizarte durante estas dos semanas para intercalar los días de comilonas con otros de mayor control de tus rutinas para no llegar al día 7 al borde del empacho.
Aquí van algunos consejos que pueden ayudarte
Excesos solo en los días especiales
Sé tu mejor aliado estas fiestas y ponte las cosas lo más fácil posible. Si sabes que los excesos navideños te pasan factura, concéntralos y limítalos a los días de festividades especiales, como Nochebuena, Navidad y Año Nuevo, y el resto de los días entre medios tómatelos de descanso de comidas opulentas y reuniones familiares.
Y si eres de los que tiene decenas de compromisos sociales esos días, porque todo el mundo tiene ganas de reunirse antes de que empiece el año nuevo (y en esa prórroga que son los días hasta Reyes), elige actividades que no impliquen comer, o no mucho, y si tienes que comer, que sea en sitios donde las opciones son más ligeras o sanas, o que sea en tu casa, donde tú pones el menú.
Haz comidas ligeras ricas en vegetales
Si es posible, elige tú los menús de los días que no corresponden a fiestas importantes, y en esos días, apuesta por los vegetales: verduras, legumbres, frutas, semillas y frutos secos te aportarán los nutrientes que necesitas reduciendo la pesadez y dando un contraste saludable a las grandes cenas y comidas de los festivos, que tampoco tienes por qué saltarte o comer sin disfrutar.
Por si te hacen falta ideas, aquí van algunas frutas y verduras de temporada en esta época y aquí, un menú semanal completo utilizando solo alimentos de origen vegetal.
Cambia los postres navideños por fruta fresca
Este consejo es especialmente aplicable a los postres de los días entre festivos. Reserva el consumo de dulces navideños para los eventos especiales, y entonces disfrútalos con entusiasmo. Pero el resto de los días, ¿qué tal un poco de fruta?
Nuestro consejo es que apuestes por las macedonias en las que puedes mezclar varias frutas distintas y así te des un capricho saludable. De hecho, ¿por qué no preparar una buena macedonia como postre de las comidas navideñas? Fresco, rico y saludable.
El alcohol solo cuando sea imprescindible
Desde las cervezas con el aperitivo hasta las copas de champán tras la cena, si hay una época del año en la que resulta especialmente difícil prescindir del alcohol es esta. Pero eso no quiere decir que sea imposible. Simplemente búscate alternativas e ignora los comentarios que cuestionen tu decisión.
Pero si tampoco es tu intención eliminar completamente el alcohol puedes reducir sus efectos perjudiciales reduciendo su consumo, y una forma de hacerlo es limitar el alcohol a aquellos eventos navideños sociales y familiares donde una copa de vino o una cerveza sea más difícil de evitar.
Mantén el control de los horarios
Si en Nochevieja trasnochas y en Año Nuevo te levantas tarde puede que encadenes horarios de sueño descolocados que te dejen más cansado de lo que estabas, además de comerse tus ansiados días de vacaciones. Para evitarlo intenta dormir bien por las noches y que los días sin obligaciones familiares o sociales no se te vayan durmiendo.
Levántate a una hora razonable (tampoco hay por qué madrugar sin motivo si no quieres) y mantén el control de los horarios el resto del día: comidas, siestas y horas de irse a la cama. Así sentirás que has descansado pero también que has hecho cosas que te apetecían.
Aprovecha para hacer algo de ejercicio
Es una buena idea por tu salud mental y física que esos días más tranquilos te muevas un poco y te mantengas activo para compensar los excesos calóricos al sentarte a la mesa los días de grandes comidas familiares pero también para compensar el sedentarismo que muchos vivimos en nuestro día a día.
Lo bueno es que al tener más tiempo libre y al encontrarnos en esta estación, hay muchos deportes que puedes probar que no son los habituales: esquí, snowboard, patinaje... Si los deportes de nieve no son lo tuyo, también es un buen momento para salir a la montaña y hacer una ruta de senderismo adaptada a tus posibilidades.
En cualquier caso, muévete un poco. Un simple paseo aprovechando las horas de sol puede ser suficiente.
Descansa y haz algo que te relaje
Pero que no sea todo pasar del follón familiar al cansancio. Puedes utilizar unas cuantas horas de esos días para hacer algo que te ayude a descansar y relajarte para terminar bien el año y empezar aun mejor el siguiente.
Si te es posible y es algo que te gusta hacer, apúntate a un tratamiento relajante en algún spa. Si no puedes o eso no te apetece, puedes hacer yoga en casa y sumarlo a tu lista de propósitos para el año nuevo de forma habitual. Lee por fin ese libro que tienes pendiente. Practica una receta nueva. Lo que te apetezca, y así liberarás parte de la tensión que a muchos nos generan las fiestas navideñas.
Huye del follón
No para todo el mundo será posible, pero salir del follón que son muchas ciudades durante estas fechas puede ser la mejor de las ideas. Quizá sea más difícil los días de festividades familiares, pero los demás, busca excursiones y actividades que puedas hacer alejado de los grandes mogollones de gente, compras y de coches. Te ayudará a reducir el estrés y a disfrutar más los días en los que te juntes con tu familia, porque estarás mucho menos saturado de la Navidad y sus jaleos.
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