Uno de los principales problemas que nos preocupan cuando realizamos una dieta de adelgazamiento es la rápida pérdida de peso y el consiguiente descolgamiento y flacidez de determinadas zonas de nuestro cuerpo. Lo mismo sucede con otras zonas que no podemos reducir de volumen por acumularse en ellas líquidos que con la dieta no se eliminan y que nos traen de cabeza. Para estos inconvenientes podemos utilizar las duchas de agua fría localizadas.
El agua fría en determinadas partes del cuerpo nos ayudará a mejorar el tono de esa zona ayudando a que los tejidos mejoren su estado y se mantengan más flexibles. La acción que el agua fría tiene en nuestro cuerpo es la de acelerar la circulación de la sangre, que aumentará considerablemente en la zona en la que aplicaremos las duchas. Este aumento de la circulación nos ayudará a mantener los tejidos nutridos y perfectamente hidratados ayudándonos a mejorar su aspecto y conseguir una recuperación más rápida después de una pérdida de peso brusca.
Lo mismo sucede con las retenciones de líquidos y grasas en algunas zonas del cuerpo. Al aumentar el riego sanguíneo conseguiremos un mejor drenaje de esa parte del cuerpo que mejorará su aspecto en un periodo corto de tiempo.
Estas duchas debemos dárnoslas a diario y para ello es también aconsejable utilizar la presión del agua a modo de masaje para favorecer la movilidad de los tejidos y conseguir aumentar los resultados de las duchas de agua fría en las determinadas partes de nuestro cuerpo.
Imagen | alexfrance
En Vitonica | Baños de agua fría o de contraste para recuperar después del esfuerzo
En Vitonica | Duchas de agua fría para mejorar el organismo
En Vitonica | ¿Nadar en agua fría sirve para perder más peso?