Estamos más que acostumbrados a ver anuncios en televisión que nos hablan de los beneficios que tiene para la salud dental masticar chicle después de cada comida. Nosotros nos hemos preguntado si esto es verdad, y por ello en esta ocasión nos queremos detener en los efectos que tiene masticar chicle después de comer.
No solamente nos vamos a detener en los dientes, sino que además vamos a ver lo que se desata en el organismo al masticar chicle después de comer, y es que son muchas las cosas que suceden, y más si estamos acostumbrados a masticar uno tras otro. Sobre todo nos vamos a detener en los efectos de los chicles sin azúcares, pues son la mayoría de los que solemos consumir en la actualidad.
Efecto dental
Para comenzar vamos a detenernos en el efecto que tiene este acto en los dientes. Efectivamente, al comer la boca se inunda de ácidos que hacen que proliferen las bacterias que afectan al esmalte, debilitándolo y haciéndolo más vulnerable a las caries. La saliva disminuye, y por eso el riesgo aumenta. Masticar chicle hará que generemos saliva, lo que nos ayudará a disminuir la acidez de la boca y con ello disminuir el riesgo de padecer ataques bacterianos.
Digestión
Esta misma segregación de saliva hará que la digestión pueda ser mucho mejor. La saliva ayuda a nuestro estómago a la hora de digerir los alimentos. Al generar con el chicle más saliva lo que conseguiremos es tragar gran parte de ella y ayudar así al proceso digestivo. Esto nos ayudará a disminuir la posibilidad de padecer acidez a causa de una mala digestión. Por esto puede ser muy beneficioso para mejorar este proceso.
Efecto laxante
Pero no hay que olvidar que los chicles sin azúcar tienen grandes cantidades de fenilalanina, una sustancia que actúa como laxante, es decir, el movimiento intestinal aumentará, lo que en muchos casos hace que eliminemos demasiado a través de las heces. Esto se agudiza más cuando consumimos grandes cantidades de chicle a lo largo de la jornada. Al realizar un efecto laxante a veces no aprovechamos al máximo los nutrientes de los alimentos que no da tiempo al intestino a asimilarlos como es debido.
Sin hambre y con gases
El abuso de chicles también puede acabar con el hambre, ya que el hecho de estar masticando hace que nuestro cerebro lo perciba como consumo de alimento. Su consumo después de comer puede hacer que se nos quite el hambre que pueda quedar. Pero hay que tener en cuenta que en muchas personas masticar chicle después de la comida puede suponer una acumulación de gases en el estómago, ya que el efecto de masticar hace que traguen aire que va a parar directamente al estómago.
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