Uno podría pensar que, a estas alturas y en pleno año 2020, la preocupación por la salud mental habría dejado de ser una rareza o algo que ocultar y la idea de ir a terapia habría dejado de ser tabú o de considerarse algo solo apto para personas con problemas mentales muy graves.
Sin embargo, a pesar de que nos vamos acercando a ese camino y cada vez hay más personas que hablar abiertamente de su experiencia en terapia, todavía sigue costando mucho tomar la decisión de pedir ayuda y admitir que no puedes conseguirlo tú solo.
La realidad es que acudir a terapia puede ser de gran ayuda en muchos momentos de nuestra vida y nos puede ayudar a aprender a lidiar mejor con numerosos aspectos de nuestra vida, así como a mejorar nuestra salud mental y física.
La terapia y la salud mental
Una de las áreas de trabajo más conocidas de los psicólogos es la de la salud mental o clínica. Sin embargo, podemos caer en el error de creer que la terapia clínica es únicamente para personas que tengan enfermedades o trastornos muy serios o graves.
La terapia clínica puede ser de gran utilidad cuando estamos pasando por un momento vital que nos genere malestar, que nos haga sentir incómodos, que nos provoquen cierta tensión y que no tengamos las herramientas adecuadas para manejarlo de manera saludable. Y es que, por desgracia, la educación emocional todavía no es nuestro fuerte y no siempre tenemos las herramientas necesarias.
Un psicólogo clínico puede ayudarnos a obtener estas herramientas y a ser capaces de manejar de manera más saludable para nosotros problemas o situaciones vitales por los que todos pasamos como pérdidas de trabajo, fallecimientos de seres queridos, separaciones, cambios vitales, mudanzas, estrés laboral y un largo etc.
La psicología, el deporte y la nutrición
¿Puede la psicología ayudarnos a cuidar nuestro físico además de nuestra salud mental? Por supuesto que sí. Y es que, aunque no siempre lo tengamos claro, nuestra salud mental y los esquemas que nos hacemos están muy conectadas con nuestra salud mental.
La psicología y la terapia puede ayudarnos en nuestro desempeño deportivo, así como en nuestra alimentación y nuestro peso. Por una parte, la psicología del deporte puede ayudarnos en nuestro rendimiento, ayudándonos a mejorar aspectos como la concentración, la atención, la motivación, la capacidad de manejar la presión y las expectativas, la confianza en nosotros mismos, así como el autoconocimiento y los logros de objetivos.
Por su parte, la psiconutrición puede ser de gran ayuda cuando estamos intentando cambiar nuestros hábitos alimenticios, cuidar nuestro peso y nuestra salud. Debemos tener en cuenta que, en muchos casos, nuestra sensación de hambre, los antojos que tenemos o los patrones de alimentación que seguimos pueden tener un origen emocional.
Un psicólogo nutricional puede ayudarnos a conseguir una comprensión mayor de la conducta, los pensamientos y las emociones que tenemos en relación con la comida y nuestro patrones de alimentación. Un psicólogo nos ayudará a reconocer si existen patrones o esquemas mentales que están afectando a cómo comemos - y a nuestro peso - y nos ayudarán a obtener las herramientas necesarias para trabajar en ello.
Esto cuando, además, se hace como parte de un trabajo transversal con nutricionistas, será de gran ayuda a la hora de aprender a tener una relación más sana con la alimentación y con nuestro cuerpo, así como a mantener un peso adecuado y estar a gusto con él. De la misma manera, nos ayudará a dejar de utilizar la comida como salida a otros problemas, como el estrés, la tristeza o la ansiedad.
La terapia aplicada al trabajo
Seamos sinceros, nuestro trabajo y nuestra relación con él tiene una gran importancia en nuestra salud mental. En cómo de satisfechos nos sentimos con respecto a nuestra vida e, incluso, puede afectar a la imagen de nosotros mismos que tenemos, a cómo nos relacionamos con los demás o al resto de aspectos de nuestra vida.
Por ello, tener bienestar en nuestra vida laboral es extremadamente importante. En contra de lo que a veces se puede creer, la psicología del trabajo no solo ayudará a las empresas a conseguir una mayor productividad.
Como trabajadores pueden ayudarnos a rendir mejor y de manera más saludable para nosotros mismos, nos enseñarán a aprovechar nuestras fortalezas, así como a manejar nuestras debilidades. También podrán ayudar a mejorar el ambiente laboral y la relación entre los compañeros. Un ambiente de trabajo más feliz y eficiente es una menor carga mental.
Aplicando la psicología a nuestra vida social
Como seres humanos, no solo somos seres sociales, sino que estamos influidos por las áreas sociales por las que nos movemos, de las que formamos parte o en las que se nos encasilla. Cómo somos tratados socialmente, o el estrato social en la que nos encontramos, hablando influye enormemente en nuestra salud mental y bienestar.
Las personas que forman parte de grupos sociales desfavorecidos o con riesgo de exclusión, pueden sufrir mayores dificultades en salud mental que quienes no lo están. Nuestro nivel económico, nuestro género, nuestra edad, nuestra sexualidad, etc. pueden influir enormemente en nuestro bienestar.
Los psicólogos, en este caso sociales, suponen una gran ayuda en este área. No solo gracias a la investigación que llevan a cabo, sino a las estrategias que formulan para mejorar la calidad de vida de estas personas.
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