En las últimas semanas y días, los casos confirmados de coronavirus COVID-19 han ido aumentando, especialmente en ciudades como Madrid, Vitoria o Haro. Es por ello que se están tomando medidas en estas ciudades, como cerrar colegios, universidades y centro públicos como gimnasios, museos, teatros, etc.
No solo eso, sino que vayamos donde vayamos: con nuestras amistades, en el trabajo, con la familia, en la calle, en Whatsapp, Twitter y cualquier otra red social, no se habla de otra cosa. En este escenario, unido a la presencia constante de bulos y otros discursos repetidos, no es de extrañar que algunas personas estén comenzando a experimentar ansiedad y estrés, tanto si lo padecían antes como si no. Sobrellevarlo en estos días puede parecer más difícil, pero hay algunas cosas que podemos poner en práctica.
Tener el control de la información que recibimos
En la era de la información y la comunicación, recibimos información por muchos canales. Con todas las ventajas que esto tiene, en un momento vital así - especialmente para aquellas personas que sufren trastornos de ansiedad previos - esto puede ser algo negativo. Principalmente porque no todo lo que recibimos es veraz y muchas veces resulta alarmante.
Por ello, en estos momentos es importante que controlemos los canales por los que recibimos información al respecto y cerremos los que no sean adecuados. Lo recomendable es que nos informemos y prestemos atención a las informaciones dadas por la Organización Mundial de la Salud o el Centro Europeo para el Control de las Enfermedades. Preferiblemente, podemos elegir un momento al día para buscar nosotros activamente la información en estos canales oficiales y así no recibir información constantemente.
Más allá de eso, si lo necesitamos, podemos optar por cerrar temporalmente redes sociales, apagar la televisión y no ver las noticias, silenciar palabras como "coronavirus", "pandemia", "COVID-19" etc., e, incluso, salirnos de algunos grupos de Whatsapp hasta que la situación se haya calmado. Una desconexión digital puede venir bien de vez en cuando y este momento es adecuado para que lo hagamos y controlar los niveles de ansiedad. Además, podemos pedir a nuestros familiares y amigos que nos nos hablen tanto del tema si lo necesitamos.
Intentar mantenernos en la realidad objetiva
Una de las cosas que tiene la ansiedad es que nos hace adelantarnos a las circunstancias y hacerlo siempre desde un escenarios absolutamente catastrofista. En un caso así es recomendable, tal y como indica el Colegio Oficial de Psicología de Madrid, evitar hablar todo el tiempo de esto.
Además, en vez de adelantarnos a lo que pueda ocurrir y ponernos catastrofistas - que siempre tienden a la irracionalidad -, intentar buscar información veraz, datos objetivos y argumentos racionales. Es decir, se trataría de que conozcamos los hechos reales - y de ahí la importancia de acudir a canales de información oficiales - y datos científicos.
Puede ser de utilidad, una vez que tenemos toda la información - y especialmente ahora que hemos sido llamados a la responsabilidad personal - planificar qué acciones personales vamos a llevar a cabo. Ya sea evitar reuniones sociales innecesarias durante unos días, informar de manera adecuada a nuestros seres queridos que se encuentren en el grupo vulnerable, no visitar a personas mayores o inmunodeprimidas, etc.
Tomemos decisiones informadas y recomendadas por las autoridades pertinentes para mantenernos seguros a nosotros mismos y a nuestros seres queridos sin caer en el alarmismo (evitar las reuniones multitudinarias, trabajar desde casa si es posible, lavarnos las manos de manera adecuada y frecuente, mantener una distancia mínima de un metro con otras personas, no dar besos ni abrazos durante estos días, toser y estornudar en el codo o en pañuelos que desechemos inmediatamente, etc.).
De esta manera, cuando nos encontremos mal o nos vengan los pensamientos catastrofistas, tendremos acciones reales y objetivas que ya estamos poniendo en marcha en las que pensar: "ya estoy todo lo que objetivamente está en mi mano para prevenir y cuidarme".
Es importante seguir cuidando todos los aspectos de nuestra salud
En estos momentos en los que la ansiedad nos sobreviene podemos tender a sentirnos bloqueados. Por ello, aunque tomemos medidas para cuidarnos del coronavirus, es posible que nos olvidemos de cuidar otros aspectos de nuestra salud.
Mantener una alimentación saludable, realizar ejercicio físico habitual e intentar dormir de manera adecuada no solo ayudará a cuidar nuestra salud, sino también a reducir la incidencia o gravedad de los síntomas de la ansiedad. Lo adecuado es seguir basando nuestra alimentación en vegetales, verduras, hortalizas, fruta, legumbres, semillas, frutos secos y carnes magras será de gran ayuda.
Si tenemos problemas para dormir, podemos reducir o eliminar el consumo de alcohol y tabaco, disminuir la cantidad de cafeína que consumimos, evitar los aparatos electrónicos antes de dormir, llevar a cabo ejercicios de relajación o escuchar música pueden ayudarnos. En ocasiones, si los niveles de ansiedad son muy altos, será difícil seguir estas pautas y no pasa nada. Aceptemos que a veces la situación nos superará y no seamos duros con nosotros mismos, pero intentemos que este cuidado personal se convierta en una prioridad.
Cómo afrontar la cuarentena
Especialmente en las ciudades con más casos, o en personas que han podido estar en contacto con el virus, los números de gente en cuarentena están aumentando. Tener que pasar 15 días en casa, a la espera de saber si tenemos o no el virus y sin poder salir para distraernos o hacer nuestra vida normal puede ser todavía más estresante.
En estos casos hay varias cosas que podemos hacer:
- Intentar mantener nuestras rutinas habituales en la medida de lo posible: habrá cosas que no podamos hacer, pero es recomendable que intentamos mantener nuestros horarios habituales, comer a las mismas horas, trabajar si podemos en los horarios normales, seguir haciendo en casa las mismas cosas que hacíamos antes, etc.
- En cuarentena no significa absolutamente aislados: al menos no en la sociedad actual en la cual podemos tener contacto social por diferentes medios. Es importante que dediquemos tiempo del día a hablar con amigos, familiares etc., y contarles a ellos cómo nos encontramos. Si podemos intentaremos hablar de algo que no sea el coronavirus.
- Aprovechemos para hacer cosas nuevas y mantenernos activos: si hay algo que siempre has querido hacer o aprender y nunca has podido porque no tenías tiempo, ahora es el momento. Además, tanto si hacíamos ejercicio antes como si queríamos empezar, podemos aprovechar para entrenar en casa y mantenernos en forma.
Por supuesto, en cualquier caso, si la situación nos supera, lo recomendable es que busquemos ayuda psicológica. Actualmente muchos psicólogos pasan consulta online por lo que podemos beneficiarnos de la terapia también a distancia.
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