El primer día de playa del verano es, para muchos de nosotros, algo que pasamos todo el año esperando. Especialmente cuando vivimos en una ciudad sin mar y necesitamos esperar a las vacaciones para poder escaparnos un par de días al mar.
Pero cada año recordamos que no todo es diversión y bienestar en la playa y es que, tras un largo día bajo el sol y bañándonos en el mar, no es raro encontrarnos a nosotros mismos más cansados que si hubiéramos cumplido una jornada de ocho horas de trabajo y, además, pasado por el gimnasio.
El efecto de un día de playa en nuestro cuerpo
Este cansancio que nos provoca la playa tiene una explicación científica y los motivos son bastante claros. Para empezar, un día largo de playa lo más probable es que nos genere cierta deshidratación. Además, nuestro cuerpo dedica mucha energía a mantener la temperatura corporal estable, de manera que se genera un sobreesfuerzo en el que se aumenta el ritmo cardiaco y metabólico.
Además, la exposición a los rayos UV pueden llegar a generar ciertos cambios químicos en nuestra epidermis, llegando incluso a poder generar inmunosupresión. Todos estos efectos son los que provocan en nosotros la sensación de cansancio, sueño y fatiga.
Para prevenir esto y ayudarnos a mantenernos saludables y enérgicos, además de la protección solar, y de evitar estar expuestos largas horas al sol, la alimentación que elijamos tanto antes, durante como después será importante.
Qué comer para tener un día de playa sin efectos negativos
La alimentación que elijamos para esos días de playa es especialmente importante. Entre otras cosas, porque no solo nos ayudarán a recuperar cierta energía, sino que permitirán reequilibrar la hidratación y los niveles de sal que hayamos podido perder.
Uno de los alimentos más adecuados para consumir tanto en la playa, como antes y después, son la fruta. Especialmente aquellas que nos aportan buenas cantidades de hidratación como el melón, la sandía, ciruelas o melocotones entre otros. No solo nos ayudarán a recuperar nuestros niveles de agua, sino que aportan vitaminas, minerales e hidratos complejos que nos ayudarán con los niveles de energía.
Por otro lado, los frutos secos para picar son grandes aliados ya que aportan proteínas que ayudarán a que nuestros músculos se encuentren mejor. También es buena idea optar por sopas frías como el gazpacho o salmorejo, que resultan en una comida ligera - ideal para restar esfuerzo al cuerpo ayudándolo con una digestión ligera - al mismo tiempo que nos hidratamos y consumimos buenos nutrientes.
El consumo de alimentos como los tomates, las zanahorias o las grasas saludables como el omega 3 del salmón pueden ayudarnos tanto antes como después de la playa ayudarán a cuidar nuestra piel, además de tener un efecto antioxidante que nos facilitará mantener un bronceado saludable con menos riesgos.
Para beber siempre agua. Debemos evitar las bebidas alcohólicas que aumentarán el riesgo de deshidratación, así como los snacks salados, alimentos ultraprocesados y comidas copiosas y pesadas que afectarán a nuestra digestión y a la energía que necesitará gastar nuestro organismo.
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