Realmente, el ayuno se lleva haciendo desde hace muchísimos años por distintos motivos; personales, religiosos, místicos, etc. Actualmente, muchas personas realizan ayuno por una o dos razones como mucho y que, en la mayoría de los casos, es la pérdida de grasa.
El ayuno intermitente, sobre todo el de 16/8, se empezó a poner de moda hace unos diez años como mucho. Hasta entonces, muchas personas creían que había que comer cada dos o tres horas porque lo contrario era perjudicial para la salud.
Mercedes Milá comentó que ella también realizaba ayunos, pero se iba a un centro especializado de Francia en el que permaneces los días que quieras estar, sustituyendo todo tipo de alimentos sólidos por líquidos sin calorías. Además de realizar ese ayuno, también se dedican al yoga y a la meditación la finalidad de desconectar por completo.
Por lo que parece, este año Mercedes Milá estuvo un total de siete días y consiguió una pérdida de tres kilogramos.
Qué ocurre en tu organismo cuando haces ayunos tan prolongados
Lo primero de todo es que hay una pérdida de peso bastante rápida gracias a que los depósitos de glucógeno y el agua que le acompaña se depletan, por lo que fácilmente unos dos kilos se pierden. Por otro lado, al tener un déficit calórico muy grande, las reservas de grasa también disminuyen, pero no tan rápido como la gente se puede pensar, ya que la pérdida de grasa no funciona de esa manera. Por otro lado, también habría una pequeña pérdida de masa muscular por una falta de proteínas.
La tensión arterial también disminuye, algo que podría beneficiar a las personas hipertensas aunque podría ser peligroso en personas que tengan la tensión normal o sean hipotensas.
El azúcar en sangre disminuye, por lo que esto es algo que a persona con el azúcar elevado podría beneficiarles. A pesar de ello, no es necesario, ni de lejos, acudir a este tipo de prácticas con la finalidad de mejorar la sensibilidad a la glucosa o a la insulina.
Se empiezan a acumular cuerpos cetónicos en sangre debido a que no se introducen carbohidratos y los tejidos empiezan a usar la energía en su mayoría gracias al metabolismo de los lípidos.
Riesgos de realizar ayunos tan prolongados
Como con todo, cuando se realiza algún tipo de práctica de este calibre, siempre hay riesgos que comentar, como los siguientes.
Desde luego, queda totalmente prohibido hacerlo si eres una mujer embarazada ya que tienes que aportar los nutrientes necesarios para que el feto crezca de manera segura. Además, como madre, también se correría riesgos como bajadas de tensión, hipoglucemias, etc.
Por otro lado, las personas con diabetes tipo 1 tampoco deberían realizar este tipo de ayunos porque la persona podría fallecer. Esto se debe a que una persona con esta patología no es capaz de regular el azúcar en sangre, por lo que si no administra de manera planificada carbohidratos, podría generarle una hipoglucemia fatal.
Estamos muy acostumbrados a verlo todo desde una visión biológica. Es decir, qué consecuencias tiene algo sobre nuestro organismo. Pero los ayunos prolongados, sobre todo, tendrían consecuencias psicosociales.
A nivel psicológico una persona se estresaría muchísimo y, probablemente, le llevaría a un atracón de comida. Cuando se realiza una restricción de un calibre determinado, la respuesta suele ser del mismo calibre.
Y a nivel social también habría consecuencias. Somos seres que vivimos en una sociedad que casi todo lo celebra comiendo. Una quedada, una boda, una buena noticia, etc., todo se realiza en torno a la comida. Por lo que ir a comer o cenar y no poder hacerlo por el ayuno, también generaría problemas.
Por otro lado, Miguel Ángel Lurueña en su twitter ha comentado el peligro que conlleva también a nivel económico ya que este tipo de terapias suelen costar mucho dinero y el beneficio "detox" que se obtiene es nulo porque nuestro cuerpo ya se detoxifica gracias a nuestros riñones, hígado, pulmones y piel. Por esta razón, sugerimos que cuando se vea la palabra detox acompañado de una terapia no se le haga caso y se acuda a un dietista-nutricionista titulado.
Qué dice la ciencia sobre ayunos tan prolongados
Hubo un estudio que se hizo muy famoso en relación al ayuno en 1944, pero actualmente este estudio no se permitiría por lo excesivo que fue. Por lo que vamos a ir a uno más reciente. De hecho, a un estudio de hace un par de meses en el que se realizó un ayuno de 17 días y una realimentación progresiva de 8 días.
Lo que se observó tras el estudio fue una disminución de la circunferencia, de la resistencia a la insulina, la presión arterial y una larga lista de marcadores cardiometabólicos.
A pesar de ello, todos estas mejoras metabólicas no se produjeron por el ayuno, sino por la reducción del peso y la grasa corporal, algo que se puede hacer como he comentado anteriormente, con una buena alimentación y ejercicio físico.
Otro estudio observó reducciones significativas en el peso, la circunferencia abdominal y la presión arterial en todo el grupo con ayunos de entre 4 y 21 días, generando efectos secundarios solo en 1% de la población del estudio.
En ayunos de hasta 72 horas también se observa una reducción de la presión arterial, lípidos y glucosa en sangre.
Si una persona tolera correctamente un ayuno prolongado, no vemos ningún problema ya que no le está generando ningún tipo de malestar. Por otro lado, si una persona se quiere adentrar en el plano de los ayunos prolongados porque le apetece, puede ir probando poco a poco. Que empiece realizando OMAD (una comida al día) y vaya aumentando progresivamente las horas de ayuno.
En Vitónica | Siete consejos para empezar a hacer ayuno intermitente de forma sana y segura
En Vitónica | Ayuno intermitente para perder peso: sus beneficios en tu organismo y cómo comenzar a hacerlo de forma segura
Imágenes | iStock, gtresonline
Ver todos los comentarios en https://www.vitonica.com
VER 0 Comentario