Que sí, que de este curso no pasa, que este mes de septiembre empiezas a hacer deporte. Puede que lo tuyo sea correr por el parque, jugar al fútbol en un equipo aficionado, levantar pesas en el gimnasio, montar en bici o bailar zumba. Sea lo que sea, es el momento perfecto para empezar (o para seguir).
Claro que igual no lo tienes tan claro. A lo mejor eres de los que piensa que sí, debería, pero... y sigues con unas cuantas excusas con las que vuelves a posponer el momento de empezar. Por si acaso este es tu caso, aquí van algunas razones que terminarán de convencerte de que te calces las zapatillas y te pongas en movimiento.
1. Es divertido
Vale, si estás necesitando leer este artículo quizá para ti el deporte no sea divertido en plan "Buah, el mejor rato de mi vida", pero eso no quiere decir que no puedas disfrutar del deporte.
Por ejemplo, puede ser muy divertido si haces deportes en grupo o quedas con algún amigo para entrenar. Puede ser una excusa para veros y compartir buenos ratos, y la competitividad bien entendida es una gran motivación.
Si prefieres entrenar en solitario, puede ser un rato en el que te pongas tu música favorita, o ese podcast que tanto te interesa y nunca tienes tiempo de escuchar, y te pongas al día mientras entrenas. Puedes llegar a picarte contigo mismo y e intentar superar tus propias marcas para comprobar que puedes hacerlo cada vez mejor.
2. Es un subidón de autoestima
Si eres poco deportista, quizá haya muchas cosas que siempre has pensado que no podrías hacer, como correr X kilómetros o levantar X kilos (tú pones las cifras). Pero entrenando poco a poco puedes ir acercándote a tu meta y eso te hará sentir increíblemente bien.
Incluso si no tienes una meta concreta y simplemente eres de los que se muere de pereza al pensar en entrenar, solo con ir y hacerlo estarás superando tus propias expectativas. ¿No está mal, no?
3. Te ayudará con el estrés y la ansiedad
El ejercicio físico provoca que el cuerpo libere endorfinas, sustancias químicas que influyen en las situaciones de ansiedad y estrés, ayudando a relajarte y a gestionar mejor esos problemas.
Además, entrenar es algo que haces por tu propio bien, una forma de dedicar un rato todos los días a ti y solamente a ti. Eso te permite olvidarte un rato de los demás problemas y sentir que te estás cuidando.
4. Te ayuda a controlar tu peso
Si quieres adelgazar, tienes que controlar tu alimentación, pero el ejercicio es una gran ayuda. Por un lado, si haces ejercicios de fuerza estarás aumentando tu masa muscular, haciendo que tu cuerpo queme más calorías al estar en reposo.
Si te decides por el cardio, también quemarás calorías, aunque en este caso, solo mientras estés entrenando y un rato después. En cualquier caso, es una buena forma de favorecer el déficit calórico que necesitas para adelgazar.
5. Reduce el riesgo de muerte
Está demostrado que hacer ejercicio de forma regular reduce el riesgo de muerte en general. Según una revisión del Servicio de Salud Canadiense, ese riesgo se reduce tanto en hombres como en mujeres entre un 20 y un 35%.
En el mismo estudio se explica que parece haber una relación gradual y directa: incluso un pequeño aumento en los niveles de actividad parece corresponderse con una pequeña reducción en el riesgo de muerte prematura, es decir, que no hace falta matarse a entrenar para beneficiarse de este efecto, aunque éste será mejor si aumentamos el nivel de actividad.
6. Mejora tu salud cardiovascular
Uno de los motivos de esa reducción de la mortalidad es que hacer ejercicio está relacionado con un mejor estado de la salud cardiovascular. Multitud de estudios han demostrado que hacer una vida activa, realizando ejercicio moderado varias veces a la semana, es una forma de mejorar la salud cardiovascular.
En este, por ejemplo, se explica que las personas sedentarias tienen el doble de riesgo de desarrollar o morir a causa de una enfermedad coronaria que las personas activas, y que el 37% de las muertes por esta causa son atribuibles a la falta de actividad física, el motivo más frecuente solo por detrás de los niveles altos de colesterol en la sangre.
7. Reduce el riesgo de diabetes
Las personas que tienen habitualmente los niveles de azúcar en sangre altos pueden reducir más el riesgo de desarrollar diabetes si hacen ejercicio de forma regular que si toman la medicación que se suele recetar en estos casos, llamada metformina. Si bien nadie debería abandonar la medicación recetada por un especialista sin consultarle primero, introducir entrenamientos periódicos puede ayudar a estas personas a evitar una enfermedad crónica como la diabetes.
8. Menos probabilidad de desarrollar algunos tipos de cáncer
Según el Centro de Control de Enfermedades de EEUU, las personas activas han demostrado un menor riesgo de desarrollar cáncer de colon y de mama. Sobre otros tipos de cáncer, concretamente de endometrio y de pulmón, las investigaciones aun no son concluyentes, pero todo apunta a que el deporte también tiene un efecto protector.
Para las personas que han sufrido un cáncer en el pasado, hacer ejercicio puede ser parte de su recuperación, y puede ayudarles a mejorar su forma física después.
9. Mantiene fuertes músculos y huesos
Una musculatura fuerte puede ayudar, a cualquier edad, a prevenir problemas de espalda y cuello que son comunes en las personas que trabajan en una oficina o frente al ordenador. Hacer ejercicio ayuda a desarrollar esa musculatura.
A medida que envejecemos, el buen estado de los músculos, los huesos y las articulaciones se hace esencial para una buena calidad de vida. De nuevo, el ejercicio es una forma de asegurarnos ese buen estado.
Imágenes | Unsplash
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